Sus brazos son el lugar más calido en donde quisiera estar siempre.
-Podría acostumbrarme a terminar asi todas mis noches.-Dijó abrazandome por la espalda.
Pasaban de las dos de la mañana, pero ahora mismo estabamos más despiertos que nunca.
-Las costumbres son malas, y acostumbrarte a alguien es aún peor.
-Desde hace años estoy acostumbrado a ti.
-Eso debe ser aburrido.
-Te equivocas.-Beso mi espalda desnuda, me estremecí ante su calido tacto.-Eres la única costumbre que jamás me aburriria.
Sonreí, aún sabiendo que él no podía verme el rostro.
-Entonces permiteme acostumbrarme a ti.-Susurré cerrando los ojos.
-Soy todo tuyo, puedes manejarme a tu antojo.
Reí y él volvío a besar mi espalda, ahora dejando un camino de besos hasta mi nuca.
-¿Ahora puedo saber porque golpeaste a Colton?-Susurro a mis espaldas, pegandome más hacia él.
-Me dijo algunas cosas, que me descolocarón y confundieron.
-¿Que te dijo?-Gire sobre mi cuerpo y quede frente a él, cara a cara, arrebatandole la poca sabana que lo cubría para terminar de enrollarla por mi cuerpo.
El no se opuso en ningun momento, le gustaba que lo viera, que observara con mis ojos cada rincón de su cuerpo cuando a mi me daba vergüenza mostrar el mio.
-Dijo que yo te fuí infiel el primer día que el llegó a México, y que él bebé que murió junto conmigo, era de él.
-¿Te dijo esa mierda?-Su ceño se fruncio, haciendolo lucir muchisimo más sexy.
Asentí y el neho de inmediato con su cabeza.
-Me confundió demasiado.-Confese.-Por un momento creí que en verdad había hecho todas esas pendejadas, pero las fechas que él me dijo no concordaban nada con lo que tu me contaste.
-Es porque eso que te dijo él no es cierto. Quiere confundirte para luego dominarte, lo sé, es mi hermano, ¿Lo recuerdas?
-Lo sé. Ahora almenos no estará tan cerca de nosotros.
-Tengo una teoría.
-¿Sobre que?-Me acomode en sus brazos para prestarle aún más atención.
-Creó que él es el que esta ocasionando todo este desastre en nuestras vidas, mejor dicho, en tu vida.
-Pero eso no tiene sentido, se supone que el me ama, ¿No? ¿Con que fin haría todo esto?
-No lo vez, el quiere que te sientas tan acorralada hasta que pienses que él es tu única salida.
-¿Sugieres que él puede ser quien nos este drogando?
-Si, el me quiere fuera del juego, y que mejor haciendote pensar que soy una mierda de persona.
-Buen punto, pero, ¿Y jaxon? ¿Porque lo estaría envenenando a él?
-¿Y si Jaxon sabe algo que nosotros no?
Mis ojos se abrieron con sorpresa, asimilando toda la información. Blake tenía razón, pero una parte de mi quería creer que Colton no era tan mala persona, y esa misma parte quería que ambos se reconciliaran.
-Le pediré a Andrew que lo investigue.
-¿Le pediste ayuda a tu abuelo?
-Si.-Hice un mohín.-Hablando de él....-Suspiré, y el me miro directamente a los ojos.-menciono algo sobre ti.
-¿Que mencionó?
-Dijo que tu eras uno de sus mejores trabajadores.
Una sonrisa curvo sus labios.
-Puede que eso sea cierto.
-No lo dudo.-Sonreí con él.-Pero quisiera saber algo.
-Dime, contestaré todas tus preguntas.
Sus ojos perforaban hasta lo más profundo de mi.
-¿Porque terminaste trabajando para el?
-¿Quieres la historia larga o la corta?
-La larga, amor.
El sonrío y me beso la frente.
-Eres demasiado curiosa.
-Uffff ni lo imaginas, pero anda, cuentame.
-Termine trabajando para el por mera casualidad.
Torci los ojos.
-Te dije que la historia larga.
-Esque así fue.
-Bueno entonces dime como me encontraste a mi.
-¿No tienes sueño?
-Ni un poco.
El sonrío y luego comenzó a hablar.
-Desde siempre he sabído que tengo que encontrarte.-Sentenció.-Pero esta vez tuve las cosas bastante complicadas, estando en ese internado en el extranjero; de vez en cuando huía para buscarte, pero jamás te encontraba. Tiempo despúes apareció Andrew, él me ofreció mucho dinero a cambio de un solo trabajo: Buscar a él esposo de su hija, Resulta que tengo muy buen instinto de espia.
Lo miré incredula y él rio.
-Fue fácil encontrarlo, y yo tuve que volver a el internado una vez completo mi trabajo. Un día Andrew decidió visitarme para darme las gracias, charlamos por mucho tiempo hasta que se me ocurrió preguntar el porque estaba buscando a ese señor, el simplemente me mostro la foto de sus nietos, cuatro chicos y una hermosa chica.
-¿Soy la hermosa chicha?-dije entre risas.
-Obviamente.-Me guiño el ojo.-En cuanto vi tu cara supe que eras tú, y no porque te reconociera, simplemente algo me dijo que eras tú y que tenía que buscarte.
-No entiendo esto.
-¿Que es lo que no entiendes?
-¿Tengo el mismo rostro siempre o como es que sabes que soy yo?
El río roncamente.
-Amor, te acabo de decir que no.-Acomodo un mechon rebelde de mi cabello.-Te he visto rubia, pelirroja, morocha; te he visto delgada, rellena; te he visto sana, enferma; te he visto de miles de maneras, pero hay algo que nunca cambia en ti, tu escencia, tu sonrisa, y estos pequeños tres lunares en forma de triangulo.-Toco el costado izquiedo de mi nariz, donde se encontraban aquellas manchas naturales, que he tenído desde nacimiento.
-¿Entonces por eso me reconoces?
-Aunque no los tuvieras, siempre te reconocería. Mi hilo rojo esta atado al tuyo.
-Te amo, Blake.
Me acurruque aún más a él.
-Yo mucho más, Kendall.
ESTÁS LEYENDO
El diario de Venus.
Novela JuvenilVenus es el segundo planeta del sistema solar en orden de distancia desde el Sol, el sexto en cuanto a tamaño, ordenados de mayor a menor. Pero yo no soy ningún planeta del sistema solar, ni cercas estoy de serlo, simplemente soy Venus Miller, o mej...