Me gusta el viento que hace esta tarde, es como si el cielo estuviera de muy buen humor hoy.
Es un día bastante luminoso, con un aire fresco.Mientras camino mi pelo es revuelto con el aire de la fría mañana, me envuelvo a mi misma con mis brazos y trato de borrar la estúpida sonrisa que me delata.
-¿A quien buscas?
Volver a oír su voz me ponía los nervios de punta.
-A un idiota que prometío estar aquí hoy.-Sonreí, aún sin voltear a verlo.
-¿No deberías estar en la escuela? ¿Tan prontó volviendo a los viejos habitos?
-Hoy es una ocasión especial, ameritaba una pequeña fuga.
Una sonora carcajada broto de sus labios, y me gire para encararlo.
Su barba parecía haber sido rasurada hace poco, y ahora su cabeza era una hermosa mata de chinos caídos. Me encantaba. Sus ojos, esas hermosas ventanas que tenía su alma estaban brillando, justo como la última vez que lo vi.
-Has cambiado tanto en tan solo dos años.-Su voz sonaba melancolica, pero su sonrisa no se borraba.
Me permití sonreirle en el momento que el comenzó a acariciar mi pelo, haciendolo de un lado para otro, acostumbrandose a verlo hasta mis hombros.
-Bueno, ahora tienes una novia responsable y madura.
Volvío a reír, y me sentí ofendida así que lo golpee suavemente en el hombro.
-¿Aún eres mi novia?
Me abrazó por la cintura pegandome más a él.
Y entonces recorde aquello que me escribió es su primera carta, una semana despúes de que lo arrestarán en madrid.
"No quiero que tu vida se detenga por mi, desata nuestro hilo rojo, amor mio, no te condenaré a mi suerte." Decía uno de esos extensos parrafos.
No tenía ni la más miníma intención de cumplir aquello que me pedía, pero migración no me dejaba entrar de nuevo a el país. Tenía que quedarme en México, aunque no lo quisiera. Y despúes de todo mis hermanos no querían que arruinara mi vida más de lo que ya estaba.
-Ahora que lo recuerdo, no, terminaste conmigo en una de tus estúpidas cartas.
Su ceño se fruncío, haciendolo lucir más sexy, y más maduro.
Ahora me arrepentía de haberlo comparado con Colton, dejando en claro que Blake era un niño.-Me he arrepentido de eso los últimos 723 días, las últimas 17,352 horas y contando.
-¿Has contado todo eso?
-Cada minuto.-murmuró enterrando su cara en mi cuello.
Su respiración era calida.
-Siempre serás un idiota.-murmuré sonriendo.
-Por ti puedo serlo siempre.
Me aparte un poco, dando un paso para atrás.
-Jaxon quito la demanda en tu contra.
El sonrió.
-Lo sé.-Lo mire confundida y el tomo mi mano, comenzando a caminar hasta el café en el que habíamos acordado nuestro encuentro.-¿Quien crees que me ha ayudado a salir de prisión?
-¿Jaxon? ¿Jax te ayudó?
-Sí. El fue un testigo clave en el juicio.
-¿Entonces ya no tienes ningun problema legal? ¿Eres libre al fin?

ESTÁS LEYENDO
El diario de Venus.
Teen FictionVenus es el segundo planeta del sistema solar en orden de distancia desde el Sol, el sexto en cuanto a tamaño, ordenados de mayor a menor. Pero yo no soy ningún planeta del sistema solar, ni cercas estoy de serlo, simplemente soy Venus Miller, o mej...