Desperté por un terrible dolor de cabeza.
Me levante de la cama y me dirigí al baño. Me agache y lave mi rostro con el agua fría del grifo, quiza eso me calmaría el dolor.Al levantar mi cabeza, puede apreciar mi reflejo en el espejo, de nuevo ese líquido espeso y rojo salía de mi nariz. Cansada, suspire y tome un pedazo de petalo, sosteniendolo firmemente en mi poro izquierdo y salí del baño. Era de madrugada, posiblemente las 3.
-Hey Ken, ¿Que haces despierta?
Me sobresalte al escuchar la voz de Marco. Estaba en el principio de las escaleras, y se tambaleaba de un lado a otro.
-¿Estas ebrio?
-¿Tu nariz sangra de nuevo?-Se acerco torpemente a mi y tomo mi rostro empujandolo hacia atras para tener una amplia vista de mi nariz.
-Me lastimas, borracho.
-Shhhh, te estoy revisando, soy el dotor Marco.
-Se dice Doctor.-Rodé los ojos.
Lo malo de mis hermano y de mi era que culquier problema por más pendejo que fuera, lo resolviamos embriagandonos la sangre con alcohol.
-Vete a dormir, mañana te voy a llevar con el dotor.
Reí un poco al notar que en serio estaba borracho, sus palabras sonaban tan lentas y estúpidas.
-Ajá.
Me gire y tome el pomo de la puerta.
-Ken.
-¿Que paso?-Deberas me estaba cansando de hablar con este borracho.
-¿Puedo dormir contigo?-Preguntó como si fuera un pequeño de 6 años.
Abri la puerta de mi cuarto y antes de que pudiera contestar Marco ya estaba dentro de mi habitación hechandose un clavado en mi cama.
-Claro, pasale.-Murmure sarcastica.
Cuando desperté por la mañana, Marco ya no estaba en mi habitación, lo cual me alegro de inmediato ya que ahora si podría estirarme a mis anchas.
La puerta sono e inmediatamente me hice la dormida.
-Ken, Dustin dice que bajes.
-Max, dile que estoy dormida.-Me puse una almohada en la cara.
-Baja, Ken, es importante.
Rode los ojos bajo la almohada, aún sabiendo que él no podría verme.
-Ay voy.-dije refunfuñando.
Me puse un pants negro y una blusa de tirantes, estaba haciendo frío y no me quedaría para siempre con la ropa de Caleb puesta. Cuando abri mi ventana pude darme cuenta de que Blake no estaba en su habitación, su cama era un remolino, pero de él no había rastro.
Baje corriendo las escaleras para entrar a la cocina, donde se encontraban todos sentados en la mesa y Dustin preparando de desayunar. Nadie hablaba, solo se escuchaba la respiración de cada uno de los presentes.
Me sente en uno de los bancos altos que tenía la barra y Dustin se giro a verme.
-¿Te sirvo?-Me mostro el sarten que sostenía, lleno de huevo con jamón.
Asentí y me levante a agarrar un plato, se lo pase a Dustin y me sirvió una gran cantidad de desayuno. Con una mueca en la cara me dirigí a la mesa junto con mis hermanos.
Dustin le sirvió a cada uno y por último a él, dejo la sarten en el fregador y volvío a la mesa a desayunar con nosotros.
-Chicos, las cosas van a tener de cambiar.-Dijó con la mirada aún fija en su plato.
-¿Cambiar en que sentido?-Preguntó Alex sin ningún tipo de emoción.
-Su...-Nos miró a todos y luego soltó un pesado suspiro.-Su abuelo quiere llevarselos con el a Roma....
-Por nada me voy con ese señor.-Interrumpió Chris.
Rapidamente levante la mano y Dustin me miro cansado.
-¿Que pasa Kendall?
-Si es una votación, yo estoy de el lado de Chris.-Dije seria sosteniendo mi mano arriba.
Cuatro manos más se alzarón al aire, dejandome saber que en realidas si podíamos ser muy unidos cuando queríamos.
Dustin rodo los ojos y tallo su cara, para despúes volver a hablar.-Obvio no lo permití, si aquí corren peligro, con el más.
En ese punto tenía razón, ¿Que podemos esperar del hombre que asesino a su propia hija?
-¿Entonces?-Marco lo insito a que siguiera.
-Se quedarán aquí, pero las reglas del juego van a cambiar.-Levanto su puño y empezo a enumerar con los dedos punto por punto.- En primera, serán transferidos de escuela porque en la que estan practicamente ya valierón madre.-Nos dijo a Max, Chris y a mi.-En segunda, por nada del mundo van a volver a faltar, asi llueva truene o relampagie. Tercera, tienen que avisar siempre donde estan y con quien, igual Andrew les contrato unos guardaespaldas, así que siempre andarán con ellos y no se les ocurra hacer ninguna tontería. Cuarta, Kendall, tienes estrictamente prohibido salir con Blake, y si, esta regla la puse yo.-Todos me miraron fijamente, yo ni siquiera proteste, solo asentí en silencio.- por ahora son todas, si las rompen en la más minima oportunidad que tengan, todos se irán a Roma. ¿Esta entendido?
-Sí.-Dijimos todos al mismo tiempo.
-Esta bien.
Termine mi desayuno en silencio, al igual que todos los demas, cuando termine me puse de pie y lleve mi plato al fregadero. Era hora de otra buena siesta.
Cuando estaba por salir de la cocina la voz de Marco me hizo girar.
-¿A donde vas?
-A dormir un poco más, ayer no me dejaste descanzar nada. Ademas, debo aprovechar que Dustin apenas nos inscribira a la escuela para poder dormir todo lo que quiera.
-Tú no vas a ningún lado.-Dijo a lo que yo fruncí en ceño, ¿Este cabrón que se creía?-Ayer te dije que me acompañarias el día de hoy a hacer unos mandados.
Comprendí todo, el estúpido de Marco me iba a llevar al doctor, a que revisaran el porque de mis desmayos y sangrados.
Rodee los ojos y me volvi a girar.-Solo dejame cambiarme.
Salí de la cocina y subi a mi habitación.
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El diario de Venus.
Ficção AdolescenteVenus es el segundo planeta del sistema solar en orden de distancia desde el Sol, el sexto en cuanto a tamaño, ordenados de mayor a menor. Pero yo no soy ningún planeta del sistema solar, ni cercas estoy de serlo, simplemente soy Venus Miller, o mej...