La blusa de la pijama que traía puesta a sido cambiada por una comoda camisa de Blake, me quedaba perfectamente y se sentía bien ya no estar mojada y con la tela pegada al cuerpo.
Blake me dejó su habitación mientras el se bañaba en el piso de abajo, según para que me sintiera más comoda y pudiera descanzar lo que no he descanzado en estos días. Asentí de inmediato a que se fuera a bañar a otro lado, pero yo ya no quería descanzar, necesitaba ver a Jaxon.
Un suspiro cansino salió exageradamente de mis labios. El aburrimiento y el hambre estaban haciendome mierda.
Las cuatro paredes que me rodeaban parecían estarse haciendo cada vez más pequeñas. Me puse de pie decidida a huir de la habitación, pero el ruido de la puerta abriendose me detuvo.
Me quede quieta en mi lugar hasta que el cuerpo de Blake inundo todo mi campo de visión. De pronto me daban ganas de comermelo a besos de lo tierno y sexy que se veía.Una sonrisa tierna e inocente le adornaba el rostro. Su pecho al desnudo hacia que me le quisiera tirar en cima. Su pantalon era ajustado por un hermoso cinto, mientras que en sus manos reposaba una bandeja, con dos vasos llenos de un liquido cafesoso, quiza chocomilk y dos platos con sus respectivos omelets.
-¿Podrías desayunar conmigo, hoy?
Podría hacerlo todos los días de mi vida.
Una sonrisa y un leve asentimiento fue lo único que mi cerebro logró formular. El habla se me había desaparecido por completo.
Se sentó en su cama y puso la charola en medio.
-Anda ven, que ahora mismo me haces el hombre más feliz.
Quiero decirle que él tambien me hace feliz, que me encanta estos detalles que esta teniendo conmigo, pero me retengo. No es momento de caer rendida a sus pies, no cuando aún hay miles de dudas que rondan por mi cabeza.
Cedo y me siento junto a él, o quiza un poco más lejos de lo que él esperaba, a lo que me regala una mirada llena de decepción.
Extiende uno de los platos y yo lo tomo con un agradecimiento levemente susurrado.
Parto un poco del omelet y lo llevo a mi boca, degustando hasta el más minimo sabor."No comas ni bebas nada que no haya sido preparado o comprado por ti."
La voz de Caleb hace eco en mi cabeza, pero ya no hay retorno, estoy tan extaciada con el sabor del alimento preparado por el hombre a mi lado.A la mierda mi juicio, esto sabe realmente bueno.
-No se si es el hambre que tengo o en realidad eres muy buen cocinero.-Digo girando mi rostro para mirarlo, topandome con la sorpresa de que él ya me había estado observando todo el tiempo.
Una carcajada limpia broto de sus labios.
-Agrandare mi ego creyendo que es la segunda opción.
-Engañate a ti mismo si eso prefieres.-me encogi de hombros y el solo me puso una mueca.
Una carcajada más salio de mi boca.
-Eres cruel, cariño.
-Lo soy, cariño.-imite su apodo y el sonrio.
Para cuando me di cuenta, ambos ya habíamos acabado nuestro desayuno.
-¿Quieres que te lleve a ver a Jaxon?
-Si.-conteste sin antes pensarlo.
Se puso de pie y yo lo segui saliendo de la habitación.
-¿Iras en pantalón de pijama y una camiseta mia?
-¿Porque debería de vestir de otra forma?-Me encogí de hombros.-mientras yo este comoda.
Sonrió.
-Y aún mejor si usas mi camisa todo el día.
Rodee los ojos y el se rio.
Ojalá y estos momentos podría atesorarlos siempre, en donde no hay gritos, no hay problemas, no hay desplantes. Ojalá. Ojalá.
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El diario de Venus.
Ficção AdolescenteVenus es el segundo planeta del sistema solar en orden de distancia desde el Sol, el sexto en cuanto a tamaño, ordenados de mayor a menor. Pero yo no soy ningún planeta del sistema solar, ni cercas estoy de serlo, simplemente soy Venus Miller, o mej...