El diario de Venus.

Cinco.

Mis ojos se abrieron de a poco, acostumbrandose a la oscuridad. Me removí incomoda en la cama y choque con un cuerpo.

Me incline un poco para poder saber quien era. Blake dormia placidamente sin camisa, me gire a la la mesita de noche y observe el reloj. la una de la mañana.
No estaba en mi habitació, estaba en la de Blake, asi que me asome por la ventana, al lado, mi casa se encontraba completamente oscura.

De nuevo me había desmayado, perdí el conocimiento y esta vez había sido durante horas, esto ya no era normal.
Entonces volví a la realidad, mi padre, aquel hombre que nos había sacado adelante a mis hermanos y a mi, aquel hombre al que solo le di disgustos, estaba muerto, lo habían asesinado y lo peor es que se había ido decepcionado de mi, enojado conmigo.
Soy una malagradeciada, el día de mi cumpleaños hizo hasta lo imposible por verme feliz y yo solamente me la pase evadiendolo o contestandole mal. Un día antes había peleado con el, discutimos porque el director del bachillerato había llamado diciendo que necesitaba hacer obras de caridad si queria poder seguir estudiando ahí, puesto a que nunca asistia a clases. Discutimos por un largo rato y despues huí por mi ventana.

Tengo miles de sentimientos estancados, arrepentimiento, dolor, tristeza eran unos de ellos.

Un ruido hizo que me sobresaltara, me gire para encontrarme a Blake, estaba modorro pero aún asi camino hasta llegar a mi lado.

-¿Y el cuerpo de mi padre?-pregunte de inmediato.

-Mañana por la mañana lo traeran a tu casa para sus respectivos funerales.

Asentí.

-¿Y los chicos?

-Te traje aquí cuando te desmayaste y despúes Marco me llamo pidiendome que te cuidara mientras ellos arreglaban todo.

-Ah.-Solté un suspiro.

-No me parecen normal todos esos desmayos. Tu abuelo ordena que te hagas unos estudios y yo te lo pido de favor. Estuve a punto de meterte a ese hospital a que te hicieran todos los eatudios correspondientes, pero imagine que lo que más quieres ahora es estar con tu familia.

Y entonces todo hizo Clic en mi mente.

-Andrew.-Masculle con rabia.-Él es el culpable, por su culpa y su maldita vida mataron a mi padre.

Blake nego con su cabeza de inmediato.

-No, Kendall, Andrew solo los protege.

-¿Protegernos de que? ¿De él mismo? ¿acaso olvidas que él mato a mi madre?

Sentí dolor en el pecho al decir esas palabras.

-Te protegía de tu propio padre.

Retrocesí unos pasos.

-Mi padre jamás me haría daño.

-Yo se que no, pero estaba rodeado de gente que si lo haría mi amor, gente que no dudaría ni un segundo en asesinarte con tal de ver sufrir a Dustin, a tu padre y al mio.

Mis ojos picaban, y me maldije a mi misma, no iba a llorar, no otra vez, ya era demasiado.

-¿Que tiene que ver tu padre en esto?

-Él metió a tu familia en esto, Ken.

-¿Como es que sabes tanto?

-Tengo mis habilidades.

-¿Tu habilidad es ser un chismoso?

El rio por lo bajo.

-Jamás perderas tu sentido del humor, cariño.-Se acerco a mi y volvió a tomar mis manos, no me opuse.-Despúes de tantas vidas me he vuelto más inteligente, siempre viendo cada minimo detalle.

-¿Y yo que habilidad he adquirido con el tiempo?

-Cada día con más habilidad sacas de quicio a las personas.

Sonreí sin ganas, el me guio hasta la cama e hizo que me sentara ahí junto a él.

-¿En que piensas?-Me susurró mientras  me abrazaba un poco, yo volví a hundir mi cabeza en su pecho.

-En lo mierda que soy.

-No lo eres, cariño.-Me daba ternura escucharlo hablar así.

-Mi padre....-las lagrimas ya inundaban mi rostro junto con el pecho desnudo de Blake.-El se fue y no pude despedirme de él, no pude decirle cuanto lo amaba, solo le daba miles de problemas y reproches. ¡Carajo! Soy una estupida.

-Él volverá, mi amor, y tendrás la oportunidad de decirle lo mucho que lo amas.

-¿Volverá? ¿Como funciona esto?

Me separe de su pecho para poder ver su apacible rostro.

-Quiza no vuelva fisicamente, pero al haberse ido de esa forma, buscará la manera de comunicarse con ustedes.

-Mis hermanos no lo entenderían, son muy cerrados de mente. Lo evitaran a toda costa.-me sorví los mocos.

-Ellos no pueden evitar los sueños. Tu padre los buscará atravez de ellos.

Me recoste en la cama de prontó mis ojos pesaban demasiado, de nuevo.

-Ven aquí conmigo.-Fue lo último que susurre.