Touch Me ✿ Kookmin

12

— Mamá...

Jimin se encontraba acostado en el sillón con su madre, recargado en el hombro de ella, tapados con una pequeña manta, mientras que Yangmi lo tenía rodeado con su brazo y le daba leves caricias al brazo de su hijo. En cuanto se fue Jungkook, Jimin no soportó estar solo en su habitación y fue a los brazos de su madre.

— ¿Si?

— ¿Dónde está papá?, ¿Dónde está ahora mismo?

— No lo se, pero, no te preocupes por eso— suspiró —, hoy no fuiste con Jungkook. — dijo Yangmi cambiando el tema.

— Lo se, es que la noticia me impactó un poco.

— No es excusa pequeño.

— Mamá no es como si fuera la primera vez que haya ido con él, hemos sido amigos desde hace tiempo y he ido unas cuantas veces a su casa.

— Pero no has ido como su pareja.

—¿Q-qué? — Jimin la miró sorprendido.

— Ay basta querido, ¿hasta cuándo me lo pensabas decir? — Jimin notó un poco de decepción en su voz.

— Mamá no... no es lo que piensas, es solo... — ahora que lo pensaba, ¿Jungkook y él eran una pareja? Sí, eran una pareja de amigos, pero no eran novios, de igual manera se trataban como si lo fueran pero ninguno jamás había mencionado aquélla frase. — que no estamos en una relación mamá.

— Hijo, yo jamás te juzgaría, eres mi hijo y te amo sea como sea.

— Lo se, pero no te miento mamá.

— Ah— suspiró — está bien, si no me quieres contar todavía esperaré.

— Mamá...

— Shh— las palabras de Jimin quedaron en el aire.— ve a descansar que mañana irás con Jungkook.

Yangmi le besó la frente y se dirigió a su habitación. Jimin unos minutos después apagó el televisor y se dirigió a la suya, arrastrando los pies por el camino. Cuando llegó a ella, cerró la puerta detrás de sí y se recargó en ella, dejándose caer hasta el suelo, abrazándose así mismo.

— No quiero que vuelva. — sollozó. — No quiero.

• • •

Jungkook no quería entrar a su casa, su madre estaba allí y no quería encontrársela furiosa.

Jungkook cuando se quedó en casa de Jimin apagó su celular, sabía que su madre no dejaría de llamarle y mejor evitarse las molestias.

Cuando salió de casa de Jimin, fue cuando prendió su celular y múltiples mensajes y llamadas de su madre llegaron al aparato. No sé inmutó en responder y honestamente no quería llegar a su casa, no tenía ganas de discutir por una torpe cena.

Lamentablemente ya se encontraba en su casa y a menos de que quisiera dormir afuera, debía entrar. A pasos lentos y arrastrados fue hacía la puerta de la casa y agarró el picaporte para proceder a abrir la puerta. Entró y no miró a su madre por ningún lado, suspirando fuertemente subió las escaleras y al entrar a su habitación, se encerró en ella.