Touch Me ✿ Kookmin

18

Después de la fiesta habían regresado a casa de Jungkook, habían compartido besos y algunos subidos de tono, bailaron un poco y se despidieron de Taehyung.

Al entrar a casa, Yerin no se había dado cuenta de su ausencia y eso calmo la preocupación de Jimin por ser descubiertos. Ambos cambiaron sus ropas por unas mas cómodas y se metieron en la cama para dormir. A la mañana siguiente Jimin había recibido una llamada por parte de su madre, diciendo que ya se encontraba en la ciudad y que podía regresar a casa. Jimin estaba muy feliz, que despertó a Jungkook avisándole. Se vistió y desayunó en casa de Jungkook, contándole a Yerin que su madre estaba esperándolo en casa.

Salió apresurado de la casa y corrió a la suya en busca de su madre, al llegar, entró y la encontró sentada en el sofá mirando a la nada, completamente seria y con los ojos llorosos. Jimin la miro extrañado y no fue que reaccionó hasta que la llamó.

— ¿Te encuentras bien mamá? — preguntó Jimin acercándose a ella.

Yangmi solo sonrió y asintió lentamente, para después levantarse y atacar a su hijo en un abrazo de oso.

— Te extrañe tanto cariño ¿te la pasaste bien con Jungkook? ¿Estas bien?

Jimin sonrió y le besó en la mejilla.

— Me encuentro muy bien mamá.

— Jimin hijo, quiero hacer unas compras en el centro comercial, me gustaría que me acompañaras, almorzaremos allá, puedes invitar a Jungkook.

Jimin asintió y le envió mensajes a Jungkook para que les acompañasen.

   • • •

Se encontraban almorzando en el centro comercial, Jimin y Jungkook esperaban pacientemente a Yangmi, que aun no terminaba sus compras.

— Ahí viene tu madre Jimin — avisó. —, no se ve muy bien.

Jimin volteó y miro a su madre quien traía una expresión seria en su rostro, como si en ese momento no se esperaba que sucediera algo.

— ¿Estás bien? ¿Paso algo mamá?

Yangmi fijó su vista en Jimin, mirándole estupefacta, como si recién hubiese visto a un fantasma, algo que solo logró confundir a la pareja. Limpió las lágrimas que acababan de salir y tragó el nudo que comenzaba a formarse en su garganta.

— No es nada, sigan comiendo. — se sentó frente a los dos chicos observando hacía todos lados.

— Mamá ¿qué ocurre? — preguntó Jimin después de unos minutos. —, estas muy extraña desde que llegaste.

— Jimin yo...

— Hola Yangmi — una tercera voz interrumpió a Yangmi, llamando la atención de los presentes en la mesa. —, me alegra volver a verte.

Yangmi palideció en un instante y de sus ojos comenzaron a salir pequeñas lágrimas. Jimin observaba sin comprender nada al igual que Jungkook, pero había algo que le resultó vagamente familiar en aquel señor.

— Vete, ¿que haces aquí? — habló Yangmi.

— Nada, sólo paso a recorrer las calles de Busan, hace mucho que no venía, ¿cuanto? ¿unos 9 o 10 años? el tiempo pasa muy rápido.

— ¡Vete de aquí Mingi! — habló su madre.

¿Mingi? Pensó Jimin.

— Tu eres Jiminie, ¿verdad? Hace mucho que no te veía, has crecido, estas muy hermoso. — las ultimas palabras las dijo cerca de su oreja con malicia.

En ese momento Jimin palideció y se quedó viendo a la nada. Miles de recuerdos que creyó haber olvidado, le cayeron como balde de agua fría. Sus ojos comenzaron a aguarse y se aferro con sus manos en el borde de la mesa, llegando a que sus nudillos se volviesen blancos.

Jungkook no sabía que ocurría, pero de algo bueno no sé trataba. El hombre comenzó a acariciarle los cabellos a Jimin y éste se tensaba a su tacto. Jungkook se preocupó en demasía y no le agrado nada la forma de expresarse de aquel tipo. Tomó a Jimin de la mano y se apegó mas hacía él hasta que sus muslos rozaran.

— ¡No te atrevas a tocarlo! — gritó Yangmi. — Jungkook llevalo a tu casa por favor.

Jungkook asintió repetidamente y tiro a Jimin de su mano, quien temblando se levanto y le siguió. Subieron a un autobús sentándose en la parte de atrás. El trayecto le pareció largo, iban en silencio, no quería decir nada, al menos no ahora en ese lugar, estaba por soltar una pregunta, pero debía esperar, debía ser paciente.

Ambos bajaron del autobús y sin soltar sus manos caminaron hacía la casa de Jungkook. Estando adentro, subieron a su habitación y se encerraron, Jimin se sentó en la cama y Jungkook le miraba desde la puerta.

— Jimin, no entiendo nada, ¿que sucedió allí? ¿quien es? ¿porque...

Jimin comenzó a sollozar mas fuerte, miles de recuerdos le invadieron y no pudo evitar llorar.

Jungkook se colocó en cuclillas frente a Jimin y limpió sus lágrimas.

— Ey, no llores no me gusta que lo hagas.

Jungkook tomo sus manos y las beso,
Jimin siguió llorando y negó con su cabeza.

— No entiendes Jungkook.

Y Jungkook sabía que tenia razón, pero intentaría averiguar que sucedía.

— Lo sé, pero quiero hacerlo, quiero ayudarte. — suspiró. — ¿quién era el tipo? — se sentó al lado de Jimin.

Jimin ahogó un sollozo.

— Mi padre.

♣

Lo siento, lo siento :(

El domingo haré maratón, esperenlo.