El fuego de mi interior

Capítulo 15-Nuevo intento

Por culpa del maldito Kai hemos tenido que ocultarnos en el sótano que encontramos en la ciudad durante varios días, los soldados han estado como locos buscándonos por todas partes así que, estos días ha tocado no salir apenas y en cuestión de comida lo hemos pasado bastante mal. Y J está que se sube por las paredes, lo bueno es que con tanto “tiempo libre” ha podido examinar a Sici y ya sabe cómo arreglarla o al menos lo que debería funcionar para secarle los circuitos y yo la voy a ayudar, lo único que espero es que no se los fría pero claro también necesita un algunas cosas como un destornillador electrónico o una placa base entre otros que no sé de dónde lo vamos a sacar (ni siquiera sé lo que son la mitad de ellos aunque según J no son tan raros, dice que quizás los pueda encontrar en la central, lo que ahora hace falta es que podamos salir de aquí.

Y ese día no estaba tan lejos. Unas mañanas más tarde los soldados no aparecían por ningún lado ¿será una trampa? Fue lo primero que se ha pasado por mi cabeza pero… si no aprovechamos ahora para salir no lo haremos nunca. No hay ni un segundo que perder, salimos decididos a ejecutar el plan que lleva días rondando nuestras cabezas, está vez será más difícil y es más arriesgado porque entraremos los tres pero está vez tenemos que conseguirlo, no creo que tengamos más oportunidades, es ahora o nunca.

Como suponíamos el conducto de ventilación por el que nos colamos la última vez está completamente cerrado con un moderno candado que a la vez es una alarma por si alguien intenta forzarlo.

-¡¿Es broma?! Juego de niños- dijo J al ver el candado. Se quitó la fina horquilla que sujetaba su flequillo rubio. Con cuidado para moverlo lo mínimo se sentó y con ayuda de la horquilla desatornilló el dispositivo.

Odio pasar por este conducto es agobiante sentir sus paredes por encima y por debajo con el espacio justo para mover los brazos y arrastrarse para avanzar.                                Aunque es mejor no pensarlo que más asfixiante resulta y tengo que estar atenta a los diferentes desvíos ya que, J se encargará de buscar lo que necesita para arreglar a Sici y de robar algunas armas, yo de la comida y Zulay de coger la Piedra Primaria. Así avanzamos unos metros los tres juntos, J giró a la derecha, es la primera en separarse y espero que le vaya bien porque una vez que salga fuera los sistemas de seguridad siguen funcionando así que, tendrá que andarse con mucho cuidado. La verdad es que está demostrando tener mucho valor, cuando pensamos el plan jamás imaginé que realmente fuera capaz de hacerlo para ser sincera pensaba que una vez abierto el candado se echaría a un lado y esperaría a que saliéramos.

Zulay y yo seguimos juntos varios metros más. Llegó el momento donde él se desviaba.   –Que no te encuentre liándote con un soldado- bromeó. Se creerá que tiene gracia y to’, anda que si no estuviéramos como estamos ahora mismo le hubiera pegado una colleja que se iba a enterar.

Seguí hacia delante como si no hubiera escuchado na’, no es el mejor momento para ponerse a discutir. A los pocos segundos encontré un respiradero que daba a una sala, supongo que tiene la función de sala de reuniones porque hay una mesa electrónica y a su alrededor muchos sillones de color negro donde están sentados varios Flaps de las Sombras. Me fijé mejor y… ¡uno de ellos es Kress! ¿Pero cómo? ¿Qué hace él aquí? Bueno, no creo que nos suponga ningún estorbo.     

Por lo que puedo ver no le interesa demasiado lo que está diciendo el robusto Flap de las Sombras que está de espalda al respiradero, en cierto modo comprendo el carácter de Zulay al ver el suyo aunque claro está, Kress nunca pierde su elegancia y buenas formas.

Con cautela acerqué el oído a la rendija para tratar de escuchar la conversación.

-Creo que mis órdenes son lo suficientemente claras, los quiero vivos ¿le queda claro?- dijo Kress, se le oye un tanto enfadado.