Capítulo 18-Chispas de pasión

31 2 0
                                    

Mis pesadillas se han vuelto reales. Me quedé paralizada, todo el cuerpo me tiembla, empuñé la navaja para protegerme pero casi se me cae, la pegué contra mi pecho para que no lo hiciera.

-Ya no eres tan valiente ¿eh, mocosa?- dijo con la mano en su cinturón.

-N...n...no yo...- no puedo articular palabra.

Aún no sé cómo fui capaz de reunir todo mi coraje para salir corriendo, no sé a dónde iba ni siquiera me fijé, simplemente corrí lo más rápido que pude hasta que tropecé y caí al suelo. Tenía ganas de llorar pero oír sus pasos cerca de mí hizo que levantara a pesar del pánico y terror que siento en estos momentos.

Fue entonces cuando me di cuenta que había vuelto a las mismas celdas donde habíamos estado encerrados.

Di unos cuantos pasos torpes y volví a agarrar mi navaja ¿hacia dónde debería ir ahora? Demasiado tarde para decidirme, estoy acorralada si retrocedo chocaré con los paneles de las celdas y si trato de volver a la zona de pasillos de la que vengo me encontraré de cara con aquel asesino.

-¿No me digas que has sido tú y tus amigos los que han encerrado a dos de mis hombres en una celda?- preguntó con voz siniestra, me oculté tras una columna tengo que pensar en algo rápidamente.

Desde mi posición vi cómo liberaba a ambos soldados para clavarles la espada en la yugular sin ningún tipo de miramiento mientras les insultaba y maldecía, eso me aterró aún más de lo que ya estaba.

-Bueno, ya estamos solos- gritó. -Anda, que no has montado jaleo, maldita mocosa-

Daba vueltas alrededor de la zona donde estaba escondida, el corazón me va a mil por hora de puro pánico. Me tapé la boca para evitar chillar o echarme a llorar, es como estar dentro de mis pesadillas pero con una enorme diferencia, esto es la vida real.                 Me acecha como lo haría un tigre a su presa favorita en una noche oscura en la jungla. Juega conmigo, trata de confundirme, intenta que dé un paso en falso.                                     Cuando menos me lo esperaba saltó delante de mí con la intención de clavarme su afilada espada que chorreaba la sangre aún fresca. Conseguí esquivarlo de una forma muy torpe y se me cayó la navaja, la intenté recuperar pero fue mucho más rápido que yo y de una patada la lanzó fuera de mi vista y alcance.

-De pequeña te escondías mucho mejor- me dijo mientras yo corría para evitar estar a su alcance aunque con poco éxito porque caí al suelo a los pocos segundos. -Tenemos que ponernos al día ¿no crees, enana?-

¡¿C...c...cómo?! ¿Sabe quién soy, incluso con este "cambio de look" que he sufrido? Mis sospechas se confirmaron, resulta que le han informado de todo a fin de cuentas, él es el General de División Dunkel me explicaba mientras yo retrocedía, es quien está al mando de esta central aunque no parece demasiado orgulloso de ello.

Lo inevitable acabó sucediendo, acabé acorralada, no podía dar un paso en ninguna dirección y no puedo defenderme. La fría hoja de acero acarició mi garganta. Ahora lo único que puedo hacer es cerrar los ojos y esperar que no sea demasiado doloroso.

-Voy a disfrutar rajándote-

-N...no, no, no... p...po...por favor...- supliqué aterrorizada. -Además... Kress me quiere viva...-

-¡¿Kress?! ¡¿Crees que me importa lo que él quiera?!- contestó furioso. -¿Sabes? Voy a vengarme, te voy a hacer sufrir por todo lo que me has hecho-

Tengo tanto miedo que no me atrevo a preguntar pero ¿qué le he hecho yo? Si alguien tiene derecho a vengarse soy yo, élmató a mis padres e hizo más dura de lo que era ya de por si mi vida.

El fuego de mi interiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora