El fuego de mi interior

Capítulo 10-Prisioneros en el laberinto

Lo siguiente que recuerdo es la lucha conmigo misma para mantenerme despierta aunque parece que la batalla no la voy a ganar. Me encuentro fatal, mi vista sigue borrosa tanto que no puedo decir con certeza dónde estoy y si estoy o no con Zulay. Estoy muy mareada, la cabeza parece que me va a estallar en cualquier momento de dolor y sé que hace un rato me quejé de no haber desayunado pero ahora creo que ha sido la mejor decisión de mi vida porque si tuviera algo en el estómago potaría. También recuerdo haber pillado algo de una conversación de unos Flaps de las Sombras, creo que hablaban de nuestro robo en la otra central aunque no lo puedo confirmar, estoy demasiado mareada como para eso, lo mismo podrían haber estado hablando de una receta de croquetas (es coña, estos tipos no saben cocinar pero ahora en serio, no estoy segura). Tan solo escuché unas pocas palabras antes de volver a desmayarme.

No sé cuánto tiempo estuve inconsciente (ni la primera ni la segunda) pero esta vez el malestar es mucho menor y tras unos segundos fui capaz de incorporarme para descubrir que lo peor que podía haber pasado ha sucedido, estamos en una celda. Una de esas celdas de los millones de pasillos de la planta más baja de la central.

Si esto no es ya de por sí malo le añadiré algo todavía peor: no sé desde cuándo pero Zulay (que supongo que habrá recuperado la consciencia antes que yo) tiene un ataque de asma pero no cualquier ataque, el peor que ha tenido al menos desde que nos conocemos. Estaba sentado en el suelo con la espalda contra la pared aunque le costaba mantener la postura, tosía mucho y apenas respiraba todo a causa de ese gas (¿qué coño hemos inhalado?). Al verme despierta trató de disimular su estado, maldito orgulloso. 

-Mírame- le dije con serenidad, sé que antes dije que no le iba a volver a ayudar pero no estamos en condiciones como para ser fiel a mi orgullo ante el cachondeo de un sinvergüenza además, ya ha quedado claro en más de una ocasión de que soy una blandengue. –Dime ¿te duele la zona de los pulmones?- trató de hablar para contestarme pero no pudo. Tuvo que asentir para hacerlo.

Tengo que reconocer que su respuesta no me gustó nada, es bastante grave si le duele y por su cara (por mucho que trata de disimular) me indica que es bastante. Durante unos segundos la situación me superó, asustada de no saber cómo ayudarle, no sé tratar algo tan fuerte y mucho menos sin un inhalador. Joder, lo más importante en estos casos es no agobiarse y yo estoy aterrada… Pero luego pensé que si estaba así ¿cómo estaría Zulay? Me olvidé de mis miedos y vi su cara, sus ojos reflejaban lo acojonado que estaba, uno no se está ahogando todos los días.

-Vale…, tranquilo y mírame- dije con dulzura, había vuelto a recuperar la confianza. No lo hacía. –Mírame y tranquilo- le repetí varias veces pero como si se lo hubiera dicho a la pared. Le puse la mano en el hombro y sentí como lo tensionaba aún más, en ese momento lo recordé, soy una Flap de Fuego y en este momento tiene miedo de que use mis habilidades sin querer (y normal porque supongo que mi cara de antes no inspiraba mucha confianza).

-M… me… pue…- comenzó a decir con mucho esfuerzo. Esto me puso de los nervios sé de sobra lo que iba a decir.

-¡No, no te las puedes apañar tú solo!- le interrumpí enfadada. -¡¿Cuánto tiempo crees que tu cuerpo aguantará la situación?! No hace falta que me contestes, como mucho yo diría que unos diez minutos. Y por si no te ha quedado claro no solo hablo de que te afecte a los pulmones, a cualquier parte del cuerpo ¡¿Sabes lo que te pasará si se te para el corazón?! ¡¿O si tu cerebro se queda sin oxígeno?! ¡“Pos” claro que lo sabes! ¡Así que, Andrea di Salvo te vas a dejar de tonterías y vas a hacer lo que yo te diga, cuando yo te lo diga y exactamente como te lo diga! ¡¿Está claro?!- “sep” he perdido los papeles aunque esto ha servido para que se acojone todavía más y acabe obedeciendo como un perrito.

Lo más fácil fue que se tranquilizara, lo complicado es regularle la respiración, estaba vez lo de exagerar mi respiración no ha servido de mucho así que… tengo otra idea aunque… ¡cómo diga algún tipo de comentario le pienso quemar y no va a ser en una zona demasiado agradable!