Sueño

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Habían pasado unos cuantos meses desde la llegada de Nochu a la vida de Jimin. El pequeño y el híbrido habían desarrollado una profunda amistad que nadie parecía comprender. Nochu siempre esperaba por Jimin después de la escuela, lo acompañaba mientras realizaba sus deberes y cada noche, sin excepción, acomodaba su gran y peludo cuerpo a un lado del rubio. Las cosas habían transcurrido con normalidad, aunque a Jungkook le producía cierta tristeza saber que su Jimin era un niño solitario y que no tenía amigos. Por un lado le agradaba saber que el amor de ese dulce chiquillo era todo suyo, pero cuando veía las lágrimas de Jimin al contarle sus problemas en la escuela la rabia y la tristeza lo embargaban, desearía poder hacer algo para evitarle todo ese sufrimiento, abrazarlo y no permitir que nada le sucediera. Pero mostrarse a Jimin como humano estaba fuera de la cuestión, la única manera en que sus padres habían aceptado su "emancipación" había sido bajo la promesa de mantenerse en su forma animal, al menos hasta que Jimin cumpliera la mayoría de edad, es decir dieciocho años, lo que significaba que Jungkook tendría que mantener sus brazos alejados de él durante los siguientes diez años. 

Sin embargo, una noche Jungkook se despertó en la noche porque Jimin se agitaba a su lado, al enfocar la mirada pudo ver pequeñas gotas de sudor en su rostro y violentos espasmos mientras hacía gesto de dolor, estaba teniendo pesadillas. Trató de calmarlo poniendo su hocico en el estómago del pequeño, pero eso no ayudó en nada. Desesperado y sin realmente pensarlo, cambió a su forma humana y acunó el pequeño cuerpo contra su pecho, rodeandolo con sus brazos firmemente. Jimin se tranquilizó poco a poco y abrió levemente sus ojos somnolientos antes de esbozar una pequeña sonrisa y susurrar de manera inteligible.

-Nochu...-

Parecía que Jimin luchaba contra sus párpados para comprobar si la visión del hermoso hombre que lo veía con ternura era real, sin embargo, a los pocos segundos volvió a caer sobre el cuerpo de Jungkook, durmiendo pacíficamente. A la mañana siguiente, Jimin se descubrió a sí mismo durmiendo sobre el lomo de Nochu, el suave calor del pelaje de su mascota lo mantenía calientito y tranquilo, suspiró con un poco de tristeza, había tenido un sueño maravilloso donde un hombre que parecía la versión humana de Nochu lo abrazaba para salvarlo de una pesadilla, se había sentido tan real...

A partir de ese momento las pesadillas de Jimin se volvieron más frecuentes. Jungkook no sabía qué las causaba y se dedicó a dormir cada noche en su forma humana abrazando a Jimin, susurrandole palabras de amor para transmitirle algo de paz y hacerle sentir su cariño aunque no pudiera estar con él como quisiera. Jimin aún era un niño, había muchas cosas que desconocía y era poco probable que pudiera manejar el hecho de que su mascota era en realidad un híbrido o que ésta se había enamorado de él. Jungkook esperaría pacientemente por el pequeño para decirle todo cuando fuera un adulto, siempre y cuando lo considerara pertinente. A pesar del gran amor que Jungkook sentía por Jimin, él se conformaría con ser Nochu si Jimin encontraba a alguien más. No había manera de que Jungkook supiera que todas las noches Jimin lograba despertar por momentos, en los que aún con la pesadez del sueño, veía a ese hombre al que se aferraba con su cuerpo, al que escuchaba diciéndole palabras de consuelo y amor, al que su corazón comenzó a amar con el paso del tiempo a pesar de creer que se trataba de una ilusión. Jimin se enamoró, literalmente, del hombre de sus sueños.

Inevitable II KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora