Inevitable II Kookmin

Primera cita

Al regresar del consejo, Jimin se sentía sumamente feliz. Su mano acunada por la de Jungkook mientras platicaban con sus suegros. Al señor Kim ya lo conocía, pero para el rubio era extraño y a la vez tierno verlo junto a su esposo. Kim Seokjin era un hombre sumamente cálido y cariñoso, quien  platicaba de manera animada mientras que hacía uno que otro chiste y, a pesar de eran bastante malos, el señor Kim siempre se reía y miraba su pareja con ojos de infinito amor. Deseaba poder verse así con Jungkook en el futuro.

-Bueno chicos, creo que es hora de que Jiminnie regrese a casa, ya ha pasado mucho tiempo lejos de casa y me di cuenta que nos dejaron fuera del pastel.-dijo Jin mientras se limpiaba una lágrima imaginaria.

Jungkook se rascó la nuca avergonzado.

-Lo siento pa, yo...

-Tranquilo cariño, sabemos que necesitan su espacio.-dijo Jin y le guiñó un ojo amistoso a Jimin, quien se escondía en la espalda del castaño.

-Pero esperamos que vengan a comer a la casa pronto.

-Sí papá.

Los señores Kim se adelantaron a abrir la puerta de su hogar, en eso Jimin salió de su escondite. 

-¿Entonces nos iremos a casa?

-Sí bebé.

-¿Pero volverás como Jungkook o como Nochu?

-¿Qué preferirías? Podemos mantener las cosas como hasta ahora y cuando entres a la universidad te vas a los dormitorios y yo regreso con mis padres.

-¿No quieres vivir conmigo?

Jungkook sonrió, mientras Jimin puchereaba, podía sentir la preocupación de su pequeño rubio.

-No es eso bebé, necesitas experimentar las cosas por ti mismo, salir con tus amigos, disfrutar la universidad y yo estaré junto a ti, pero lo tomaremos con calma. 

-¿No crees que ya hemos tomado TODO con calma?

-No estoy diciendo que te dejaré solo Minnie, sólo que tendrás tu espacio. Cuando termines tu carrera, entonces podemos vivir juntos. 

Jimin no parecía muy conforme, Jungkook tomó sus abultadas mejillas y lo llenó de besitos.

-Después entenderás, pero ya es tarde vamos a casa.

Jimin no lo creía, si ya prácticamente vivían juntos ¿Cuál sería el problema de seguirlo haciendo cuando fuera un chico universitario? Lo dejó pasar de momento y se concentró en la vuelta a casa.

Después de despedirse de los señores Kim y cargar algunas cosas para Jungkook, un pequeño rubio y un perro negro caminaban por la acera. Al llegar, la señora Park se abalanzó sobre su hijo.

-¡JIMIN! ¿Estás bien? Por dios, no vuelvas a hacer eso. ¿Tienes idea lo preocupada que estaba cuando llamaste? Quedarte en casa de un conocido de buenas a primeras ¿Crees que te mandas solo? Tu padre casi se infarta y...

Unos ladridos no la dejaron continuar.

-¿Nochu?

-Sí mamá, el señor Kim me ayudó a encontrarlo. 

Jimin se veía tan contento y resplandeciente, que la señora Park no tuvo corazón para seguir regañándolo. Después de cenar y festejar de manera atrasada al menor de los Park, Jungkook y Jimin se encontraban tumbados en la cama platicando.

-¿Tienes planes el fin de semana?

-No.

-Perfecto. Park Jimin ¿Tendrías a una cita conmigo?