¿Alternativa?

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Jimin estaba ansioso. En una semana sería su cumpleaños número dieciocho. Aún no sabía que haría para festejar dicha fecha, pero se sentía sumamente emocionado. Por alguna razón desconocida, sentía que algo importante pasaría ese día. No solamente se convertiría en mayor de edad, iba a haber algo más...

Además no podía olvidar  la última carta que le había dejado Jungkook.

"Minnie, ni creas que se me olvida que pronto cumplirás dieciocho, significa que en muchos aspectos serás ya un adulto. Una lástima que aún no seras legal, tendrás que esperar para poder beber jejeje. Estoy planeando algo especial para ti, anticípalo. 

Con todo mi amor, 

Jungkook"

Anticipar era poco. 


El año anterior le había dejado un enorme ramo de rosas sobre su cama, un collar con las iniciales JK y un diario nuevo. Jimin no cabía en su asombro cuando entró a su recámara y vio los regalos. Era la primera vez que le regalaban flores, un par de lágrimas salieron de sus ojos, estaba tan contento y a la vez hubiera deseado tanto poder ver a Jungkook. 

-Espero que esas sean lágrimas de alegría. 

Jimin se había congelado para voltear y ver al hombre de sus sueños recargado sobre la puerta cerrada y con los brazos cruzados. Sin pensarlo había corrido para abrazarlo.

-¡Vinisite!

-No me perdería tu cumpleaños por nada del mundo. 

Jimin pensaba en reclamarle que no había estado en los anteriores, pero decidió no hacerlo. Prefirió aferrarse a él con fuerza y permitir que sus brazos lo arroparan. 

-No puedo creerlo. Oficialmente ha sido el mejor cumpleaños de mi vida. 

Jungkook había reído entredientes.

-Supongo que tendré que esforzarme cada año para que sea mejor que el anterior. 

Jimin se había separado y buscó sus ojos.

-¿Eso significa que ya podremos vernos?

Una tristeza había cruzado los ojos negros de Jungkook y Jimin deseó no haber preguntado.

-Me temo que aún no es posible.- Lo abrazó con más fuerza- Sé que tienes muchas preguntas, sé que es una mierda estar entre tantos secretos y aferrarte a puras promesas, pero creéme que si no fuera algo que te pusiera en riesgo te lo hubiera dicho hace mucho. Lo que sí puedo decirte es que eres todo para mí y que si algún día decidieras que ya no deseas esperarme lo entenderé. Sólo quiero tu felicidad amor. 

Jimin había abierto los ojos como platos.

-Kook...

-¿Qué pasa?

-Me dijiste amor.

Un suave sonrojo había cubierto las mejillas del más alto.

-¿Escuchaste acaso lo que te dije?

-Sí, me dijiste amor y que me quieres mucho. Yo también te quiero mucho.

Aún no se habían dicho "te amo". Aunque ambos sabían que su amor era muy grande decir las palabras en voz alta implicaban muchas cosas. Jungkook sentía que sería atar a Jimin sin permitirle considerar alternativas y Jimin tenía miedo de decirlo y que Jungkook no fuera a volver.

Esa tarde platicaron acurrucados en la cama, compartiendo mimos y besos delicados. Para Jimin era extrañamente familiar, para Jungkook un sueño realizado. Se pusieron al día -o más bien Jimin puso al día a Jungkook- sobre su semana. Todo el ambiente fue apacible y amoroso hasta que Jimin dijo:

Inevitable II KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora