Reconciliación

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Después de dejar a Jimin con sus amigos, Jungkook decidió que era hora de retomar su trabajo y su vida antes del rubio. Con algo de nerviosismo se dirigió hacia la casa de su mejor amigo, quien si bien sabía las razones por las que el castaño se había "esfumado" probablemente seguiría molesto por su ausencia.

De manera lenta llegó hasta la casa en la que había pasado gran parte de su infancia, el jardín enorme y los columpios viejos y oxidados lo remontaron a las carreras y travesuras de su niñez. Aún dentro del vehículo, practicó varias veces el diálogo que iba a utilizar. 

-Entonces ¡He vuelto! y pensaba que... no, mejor ¡Hey! ¡Cuánto tiempo sin vernos!... tampoco... ¿Cómo te ha ido? Luces más delgado... no va a creerme... Lamento haberme desaparecido...

-¿Qué tal que empiezas con un hola? Idiota.

De un sobresalto Jungkook volvió el rostro hacia la ventana, donde un chico castaño lo miraba con una sonrisita burlona.

-Yugyeom ¡Cuántas veces te he dicho que no te aparezcas así! Joder, casi me matas de un infarto.

-Tan exagerado como siempre, ¿no tenías una disculpa que decir?

Jungkook suspiró.

-Hola, lamento haber desaparecido.

Yugyeom asintió sin decir nada, esperando algo más. Jungkook rodó los ojos.

-Y perdón por haberte ignorado recientemente, ah y por haberte perseguido en el parque.

-Ya había olvidado lo del parque.

-Lo siento.

-¿Qué harás ahora? ¿Vas a volver?

-Sí, tengo que. No puedo seguir viviendo encerrado y sin tomar responsabilidades.

-¡Vaya! Hasta parece que ya eres un adulto.

-Adulto o no aún puedo barrer la acera con tu trasero.

-Apuesto a que no.

Y de un chasquido, el chico desapareció para dar lugar a un gato blanco que salió corriendo, agitando su cola en una clara provocación.

Evidentemente, minutos después un perro negro perseguía a toda velocidad al presuntuoso felino.

✩✩✩

Jimin disfrutó la tarde de videojuegos como nunca, al ya haber hablado con Jungkook se sentía más ligero, odiaba pelearse con la gente que amaba y era una verdadera tranquilidad el que las cosas se hubieran arreglado, aún había mucho por hacer, ya que el plan del castaño implicaba que tendrían que re-planear el cómo iban a vivir. 

Cuando llegó a casa horas más tarde, se sentía agotado, pero feliz. Besó a su madre en la entrada y le contó animadamente sobre su tarde. La señora Park no pudo evitar notar el cambio tan drástico de su hijo, no había sido un secreto para nadie que en la mañana había amanecido con unas ojeras enormes y con los ojos rojos, irritados por el llanto y en ese momento, Jimin se veía radiante.

-¿Cariño?

-¿Sí mami?

-¿Pasó algo con el muchacho con el que saliste?

Jimin se quedó mudo y sus mejillas se colorearon con vergüenza, vaya que era imposible que algo se le escapara a su progenitora.

-¿Por qué lo preguntas?

-Intuición femenina.

Jimin suspiró rendido, no habría manera de escapar de aquel interrogatorio.

Inevitable II KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora