Inevitable II Kookmin

Correspondencia

Jimin estaba frustrado, a sus 16 años no era demasiado alto y sin importar que hiciera parecía que el destino había decidido que no necesitaba crecer más. Se esforzaba por comer de manera sana y hacer ejercicio, pero nada, ni un mísero centímetro más. Y definitivamente no lo ayudaba que de repente Taehyung se hubiera estirado como liga y de estar un poco más alto, se hubiera convertido en una maldita réplica de Godzilla. Y tampoco era algo que pudiera hablar con Yoongi, a pesar de que su hyung era casi tan bajo como él, poco le importaba.

Llegó a su cuarto y se aventó en su cama, sacudiendo todo su cuerpo en un intento de liberar la frustración. Pasaron unos segundos antes de que un calor familiar y peludo se estampara contra él. Nochu comenzó a lamer su rostro mientras sacudía su cola en un intento de distraerlo. Jimin no lo tenía muy claro, pero estaba seguro de que ese imponente animal era el que mejor lo conocía. Retozando un poco, Jimin acariciaba el vientre de Nochu mientras éste daba vueltas y volvía a lamer su cara. Lentamente la impotencia fue despegándose del cuerpo de Jimin. Cuando hubo gastado todas sus energías, Nochu se dejo caer entre sus piernas, posicionando su hocico sobre su muslo mientras se relajaba ante las caricias que el chico rubio dejaba sobre su cabeza. 

-Ahhh tú siempre sabes como hacerme sentir mejor.- restregó un poco sus piernas sobre el cálido cuerpo del perro, éste sólo respiraba acompasadamente. -Es sólo que es molesto, siento que soy demasiado bajo, ¡cómo me gustaría ser alto como Tae Tae! Sería como un modelo de revista... ¿No crees Nochu? -éste sólo gruñó en respuesta- Jajajaja, es que tu me ves con ojos de amor. 

"Si tan sólo supieras"

-Pero ahh, no sé, no es algo que pueda platicar con los chicos, Tae y Hobi no me entienden y a Yoongi-hyung no le interesa. Si tan sólo pudiera hablar con Jungkook...

Nochu emitió un gemido lastimero ante la mención del nombre. 

-Lo sé. Estoy seguro que lo amarás cuando lo conozcas... Aunque a veces tengo la impresión de que eres su mensajero o algo así- un suspiró salió de sus labios. -Si lo ves, dile que lo extraño-

Jungkook sentía como si hubieran apretado su corazón. Frotó su cabeza con el abdomen de Jimin para consolarlo al notar un par de lágrimas caer por sus mejillas. Simplemente no había manera de que la situación siguiera así, él tenía que hacer algo para que Jimin no se sintiera triste y tuviera con quien hablar de sus problemas, iba a encontrar una solución.

✩✩✩

Esa misma tarde Jimin y Nochu fueron a pasear al parque, rápidamente se dirigieron a su usual punto de reunión. Una de las bancas ya se encontraba ocupada por el señor Kim y Princesa se dirigió rápidamente a hacerle cariños a Nochu.

-¡Buenas tardes señor Kim!

-Buenas tardes Jimin ¿Cómo te encuentras?

-Ahh-suspiró- He tenido días mejores, pero siempre me ayuda a despejarme el pasear con Nochu. -

El señor Kim rió por lo bajo. -Descuida, la adolescencia apesta pero no es para siempre.

-Si tan sólo el tiempo pasara más rápido...

-Te perderías de un montón de cosas y luego lamentarías no haberlas disfrutado en su momento.

-¿Usted lo cree?

El señor Kim asintió. Mientras tanto un perro marrón también tenía una conversación con su cría. 

"Está triste papá. ¿Qué puedo hacer para que se sienta mejor? Esta situación me está matando."

Jin comenzó a lamer las orejas de Jungkook cómo cuando era un pequeño cachorro.

"No lo sé cariño, mmmmm ¿Qué tal si le regalas un diario?"