Verdades

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Jimin seguía cautelosamente al señor Kim. Su corazón repiqueteaba en su pecho como una pequeña ave, abrumado por todas las sensaciones que lo atravesaban, dolor, confusión, esperanza. Sin saber realmente a qué se enfrentaría, trataba de hilar sin éxito los hechos. 

●Nochu se había ido.

●Algo le había pasado a Jungkook

●El señor Kim, a quien consideraba una especie de amigo resultó ser el padre de Jungkook

Sumido en sus pensamientos chocó con el señor Kim cuando éste se detuvo frente a una casa color caramelo con una gran puerta de madera. Al abrir sus ojos se encontraron con un hombre adulto de mirada dulce, por sus grandes ojeras y su cabello despeinado podía decir que tampoco había dormido.

-¿Nam? ¿Dónde estab-

Los ojos del señor Jin se abrieron como platos al fijarse en el pequeño rubio que se encontraba detrás de su esposo, se acercó a Jimin y lo olisqueó brevemente antes de sorprenderlo con un abrazo de oso. 

-Jiminnie, es un gusto verte.

Jimin no entendía nada y cada vez se sentía más confundido. 

-Ehh, este... yo..

-Tranquilo cariño, todos tuvimos una noche difícil. Yo soy Jin, por cierto. Aunque ya nos conocíamos. 

-¿Qué? No..., yo recordaría...

-Pronto verás que tengo razón.-le guiñó un ojo-pero vamos a la cocina por un té, necesitamos estar serenos para platicar contigo.

De pronto unos ladridos seguidos del ruido que harían unas garras al raspar una superficie empezaron a sonar.

-¿Qué es eso?

El matrimonio Kim se volteó a ver sin saber cómo lograrían mantener calmado a su cachorro mientras le explicaban a Jimin lo que estaba sucediendo.

-No te preocupes por eso, vamos a la cocina.

Aullidos lastimeros comenzaron a sonar y el ruido contra la puerta se volvió más fuerte.

-¿QUÉ ESTÁ PASANDO?

Jin abrió la boca para contestar, pero un gran perro negro entró a la cocina en dirección a Jimin. 

-¡NAM!

-¡NOCHU!

Jimin vio con horror como su mascota parecía enloquecida, sus ojos oscuros tenían las pupilas dilatadas y en cuanto logró acercarse lo tiró al piso y restregándose contra él trataba de morderlo en el cuello. El pequeño rubio nunca había visto un despliegue de tal violencia por parte de Nochu, mientras trataba de calmarlo y quitárselo de encima el señor Kim lo tomó de la piel del cuello y lo sostuvo en alto.

-Basta Jungkook

El animal se detuvo y con un tronido de huesos sus extremidades comenzaron a alargarse, el pelo negro desapareció, el hocico se hizo más pequeño y un Jungkook desnudo y lloroso temblaba en los brazos de su padre.

-Jimin...

La voz de Jungkook sonaba estrangulada, el dolor se colaba por el tono suave y ronco y su mirada destilaba desesperación y tortura. 

Jimin por el contrario se encontraba hiperventilando, no sabía si se trataba de un sueño muy loco producto de su creativa imaginación o si de verdad había visto a Nochu convertirse en Jungkook. Lo cual respondería muchas preguntas, pero era imposible, no había manera de que eso fuera cierto...

Un destello de dolor corrió en su interior, al levantar la vista podía ver a Jungkook luchando con el señor Kim para llegar a él. Podía notar como parecía que el hombre que amaba luchaba contra sí mismo al tiempo que golpeaba a su progenitor y éste lo rodeaba del cuello para sujetarlo.

Inevitable II KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora