Inevitable II Kookmin

Incertidumbre

Jimin se encontraba en una playa, estaba nublado y el lugar, vacío. Tardo en darse cuenta que se trataba de la misma playa a la que había ido con sus padres unos años atrás y donde también había conocido a Jungkook. Volteó su cabeza buscando algo que señalara que no estaba solo. A la lejanía sólo se veía el mar acompañado por las nubes grices, un golpe a su costado lo sorprendió, Nochu pasó corriendo a un lado suyo. 

-¡Nochu!

El animal paró su carrera para voltear a verlo, su lengua sobresalía de su hocico producto del ejercicio y su mirada era profunda. Ladró una vez y siguió corriendo. Sin entender que sucedía Jimin corrió tras él, tratando de alcanzarlo mientras le gritaba.

-¡Nochu! ¡Espérame! ¡DETENTE! 

Cuando parecía que el perro iba a detenerse Jimin vio con frustración que en realidad sólo cambiaba de dirección, hacia el mar. Parando brevemente, puso sus manos sobre sus rodillas, su respiración era entrecortada y su pecho subía y bajaba violentamente. Al levantar la vista, en lugar de Nochu, Jungkook le sonreía desde el mar mientras movía su mano indicándole que lo siguiera. 

-¡Jungkook!

Con un rayo de esperanza, Jimin comenzó a caminar hacia el mar, introduciendo sus pies en el agua helada.

-¡JUNGKOOK! ¡ESPERA! ¿QUÉ HACES?

Pero Jungkook no le contestaba, sólo nadaba hacia aguas más profundas. Jimin desesperado comenzó a nadar con todas sus fuerzas, pero mientras más rápido nadaba, más lejos estaba Jungkook. Trató de gritarle sin éxito, el cansancio se apoderó de su cuerpo como si pesara dos toneladas, de pronto se dejó caer hacia las profundidades del oscuro océano. 

✴✴✴

-¡NO! 

Tras tomar aire abruptamente Jimin despertó. Tardó varios minutos en darse cuenta que había sido una pesadilla. Su respiración era errática, causada por el terror nocturo, gotas de sudor cubrían su cuerpo y un par de lágrimas rondaban de sus ojos. Un poco más tranquilo se volteó para encontrar su cama vacía, el conocido calor que lo cobijaba de sus pesadillas desde que era un niño no estaba.

-...¿Nochu?

Pero su amigo no apareció. Con las piernas temblorosas se levantó de la cama y registró su cuarto para asegurarse que no estaba escondido, pero nada. Con el súbito miedo de que siguiera soñando se pellizco el brazo provocándose dolor. Al comprobar que estaba despierto su corazón comenzó a agitarse ¿Dónde podría estar Nochu? En los casi diez años que habían estado juntos, solamente un par de veces habían dormido separados. Con los latidos pulsantes dentro de su pecho comenzó a prender las luces y buscar desesperadamente a su perro. Al revisar el resto de la casa y comprobar que no había nadie las lágrimas de miedo y frustración comenzaron a surcar su rostro. La tristeza era tan profunda que ni siquiera parpadeó al sentir que los hilos de su interior volvían a quemar dolorosamente. Tambaleante se acurrucó en la esquina favorita del sofá de Nochu y paulatinamente volvió a dormirse. 

 ✩✩✩     

Al sentir las manos de su madre en su hombro comenzó a despertar del sueño. El olor de Nochu había logradoncalmarlo y consiguió dormir un par de horas. Su madre lo miraba confundida.

-¿Está todo bien cielo?

-Sí ma, es sólo que me quedé en el celular platicando con Tae Tae. 

Su madre lo inspeccionó en busca de mentiras y Jimin rogó que le creeyera y lo dejara en paz.

-No deberías hacer eso Jimin, es malo para tu espalda dormir en el sofá.

-Sí mami, no lo volveré a hacer.