Mermaid (h.s.)

13. Styles, suéltala

- Me vas a matar, tía. - Le dije a Laura mientras me guiaba hacia la barra a pedir otra cerveza.

- Venga ya, que estamos en la Universidad. Hay que vivir la vida universitaria a tope, Ari.

- ¡Beber hasta morir! Nena, ese es nuestro lema. - Dijo Alaska, que agarraba mi otra mano y me hacia andar más rápido entre el cúmulo de gente. Una vez llegamos a la barra, pedimos tres cervezas más.
Mientras charlábamos sentadas en los taburetes que había colocados al rededor de la barra, noté como alguien me tocaba el hombro. Me di la vuelta para adivinar quien era esa persona. Allí había un chico guapísimo. Un morenazo lleno de tatuajes con una sonrisa enorme en la cara. Pfff, que calorcito me estaba entrando con tan solo mirarle. El alcohol me estaba haciendo efecto.

- Ariel ¿Verdad?- Preguntó él sin apartar sus grandes ojos de los míos.

- ¿Te conozco?. - Le pregunté yo coqueta, mientras esbozaba una pequeña sonrisita. Las borracheras me hacían perder la vergüenza.

- Estamos juntos en la clases de Matemáticas. - Pues no me había fijado nunca en él. Normal si cuando estaba en clase no apartaba la mirada de la pizarra y solo escuchaba la explicación del profesor. Sí, era una especie de empollona. Nunca había sido un cliché sino todo lo contrario. Yo adoraba salir de fiesta, pero sin embargo estudiaba muchísimo y sacaba buenas notas.

- Oh sí, es verdad. - Mentí para que creyera que me había fijado en él.

- Soy Zayn. - Contestó el chico tendiéndome su mano para presentarse formalmente.

- Oh, encantada Zayn.

- Te invito a otra. - Dijo el morenazo señalando con su dedo mi jarra de cerveza ya vacía.

- Oh no tienes por que hacer eso. - Dije intentando que no llamara la atención del camarero para pedir otra.

- Quiero hacerlo. - Dijo el chico sin dejar de sonreír. Madre mía, que sonrisa tan bonita tenía. Tan solo de imaginar mi boca cerca de su sonrisa mientras empezábamos a besarn.. MIERDA. El alcohol es malo, joder.

Las chicas, que habían estado cuchicheando todo el rato desde que había llegado Zayn, se excusaron diciendo que iban al servicio. Serán zorras. Pensé. Zayn y yo nos quedamos solos, pero no fue incómodo por que cuando estas borracho todas las conversaciones son fluidas y no hay silencios.

Al cabo de un rato, me estaba riendo a carcajadas de un chiste malísimo que me había contado Zayn, pero estaba tan borracha que no podía para de reír.  Entonces vi a lo lejos como una cabellera rizada se movía de un lado a otro con una rubia pegada a su cara. Un escalofrío me atravesó todo el cuerpo mientras veía como Harry le comía la boca a Maya, la chica de la cual, según él, se quería librar. El cabreo comenzó a crecer en mi interior. Deje de reírme, cogí la jarra de cerveza que estaba a la mitad y me bebí el contenido de un solo buche. Este chico no sabe con quien esta jugando. Si él quiere jugar, vamos a jugar. Pero yo soy quien pongo las reglas del juego.

Agarré el cuello de Zayn sin vergüenza alguna y me abalancé hacia su boca furiosa. Comenzamos a besarnos como no si no hubiera un mañana. El chico al principio se quedo quieto, pero poco a poco comenzó a seguirme el beso y empezó a introducir su lengua en mi boca. La sensación era muy placentera pero tenía un cabreo tan monumental que no estaba disfrutando del beso con Zayn, como me hubiera gustado. Eso me cabreaba aún más.

- ¿Pero que coño crees que estas haciendo?- Dijo una voz ronca a mis espaldas mientras me agarraba del brazo para alejarme de Zayn.

- Styles, suéltala. Está conmigo. - Dijo Zayn dando un paso hacia adelante de una forma amenazadora.

- Suéltame, gilipollas. - Me cabreaba tanto que me llamara guarra tan solo por haber mirado a su hermano y ahora el se podía comer los morros con quien quisiera y no pasaba nada. JÁ, eso no se lo cree ni él.

- Deja de hacer el tonto Ariel, me estás cabreado. Llevas sin hablarme todo el día y ahora esto. - Dijo Harry sin soltarme el brazo.

- Harry, si te ha dicho que la sueltes, la sueltas. - Siguió insistiendo Zayn. Me gustaba ese chico, me estaba defendiendo del malvado H.

- Mira negrito, tu no la conoces así que vete por donde has venido que estamos hablando, y en esta conversación no pintas nada. - Vi como Zayn iba avanzando cada vez más hacia Harry por lo que tuve que agarrar el pecho de ambos para que no se acercaran más y llegaran a los puños.

- Dejad de pelearos. Harry el único que tiene que irse de aquí eres tu. - Le dije mirándole fijamente, pero sintiéndome mal por que sus ojos mostraron una pizca de dolor. Aunque podría ser mentira, Harry era un actor de película. Podría fingir perfectamente que estaba dolido, únicamente para hacerse el macho con Zayn y salirse con la suya, llevándose el premio. Que en este caso era yo. Pero no, así no iban las cosas conmigo.

- Me voy.- Dijo Harry saliendo de allí sin decir una palabra más.