35. Final

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Nuestras miradas se cruzaron tan solo un segundo por que yo aparté la mía de inmediato. No soportaba tenerlo cerca, no soportaba mirarle, no soportaba nada de él.

- ¿Cómo te atreves a venir aquí? - Dijo Alaska.

- Ariel..- Comenzó a decir Harry, pero Edward entró en la habitación y se puso delante de mi.

- No quiere verte, pírate imbecil. - Dijo Ed bastante cabreado, y lo noté por como apretaba los puños con fuerza. 

- No entiendo nada, joder. - Gritó Harry con frustración. ¿Que no entendía nada? Pues yo creo que no era muy difícil de entender.

- Harry, en serio no sigas con esto. Vamos a acabar mal. - Volvió a advertirle Edward. Yo aun no había pronunciado palabra. Tenía la boca seca y no podía hablar.

- Pero es que no se que coño he hecho. - Ahí fue cuando exploté. Harry podía romperme el corazón, machacarme y destrozarme. Pero lo que no podía hacer era mentirme en la cara como lo estaba haciendo ahora.

- Salid, chicos. - Dije mirando a Alaska y Ed, los cuales me miraron con expresión interrogante. - Que salgáis, coño. - Me sentía mal por hablarles así pero era la única manera de que me hicieran caso. Ellos solo asintieron y salieron de la habitación. Este tío se iba a enterar de quien era yo.

- Mira, hijo de puta. No me digas que no entiendes nada por que no es muy difícil de entender. He confiando en ti, te he contado cosas que nadie más sabía, te he entregado mi puta virginidad y.. y tu vas y haces esto. - Dije explotando de una vez por todas. Tenía ganas de desahogarme y eso era exactamente lo que estaba haciendo.

- No se de que.. - Le corté de inmediato.

- Harry, no me jodas. Te follaste a otra. Ya está, lo acepto. Pero lo que no voy a permitir es que te rias en mi cara. - Dije yo muy MUY cabreada. Esto ya estaba pasando a castaño oscuro.- No quiero verte nunca más. Olvídate de mi y haz como si nunca hubiera existido un nosotros. - Finalicé mi discurso dejando boquiabierto a Harry.

- Ariel, no se por que cojones piensas que me he follado a otra. Yo no he echo nada. - Dijo Harry, buscando mi mirada. Cada vez que él daba un paso hacia delante, yo me alejaba dos hacia atrás.

- Deja de mentirme, joder. - Dije yo soltando un sollozo sin poder aguantarlo más. No quería llorar enfrente suya. No quería parecer débil. Pero ahí estaba yo, llorando como un cachorrito.

- Ariel, te juro por lo que más quieras que yo no he echo eso que dices. Esta mañana me he despertado inconsciente en una de las habitaciones de la Hermandad. Y no recuerdo una mierda de lo que pasó anoche.

- Harry, me importa una mierda la droga que consumieras anoche. Eso no justifica que te tires a otra. Dos no follan si uno no quiere, así que no intentes justificarte.

- Ayer no consumí drogas. - Dijo el chico mientras se agarraba el pelo con irritación. No pensaba creer nada de lo que me dijera. - Ariel ¿Que viste?

- Ah ¿quieres que te lo describa? No puedes ser más rastrero Harry.- Dije yo mientras comenzaba a llorar más aún. - Pues vi como la puta de Maya ten montaba. ¿Quieres más detalles cabrón?

- Sirena.. de verdad que no recuerdo haber echo nada de eso, aquí hay algo que no me cuadra. - Este tío no sabia que inventarse para salir del aprieto en el que se había metido y creía que yo iba a volver a caer en su juego, pero no.

- Sí no lo recuerdas será por que ibas tan emporrado que no sabias ni donde estabas. Pero yo se lo que vi. - Dije sin si quiera mirarle. Estaba cansada de esta conversación que no llevaba a ninguna parte.- Ya está, no tengo nada más que decir. Adiós, Harry. - Dije mientras arrastraba mi maleta hacia la salida de la habitación. Harry levantó la mirada y se fijo en mi maleta. Puso cara de horror al instante.

- ¿Ariel? ¿donde te vas? - Preguntó el chico con voz desesperada. Falso. Pensé.

- Me voy de aquí.

- No te vayas, por favor, cariño. No me dejes. - Dijo Harry, haciendo el intento de acercarse pero yo puse una mano en su pecho para impedírselo y le empujé lejos de mi. El simple contacto de mis dedos con su camiseta me provocaba escalofríos.

- Quítate de en medio. - Dije de mala manera.

- Ariel, te quiero, joder. No puedes dejarme. No ahora. - Mierda, había dicho que me quería. Lo había dicho por fin. Pero claro, ya era tarde para eso. Ya no creía nada de lo que salía por su boca.- Estoy loco por ti, y jodidamente enamorado de ti. No puedes hacerme esto, sirena.

- Esto lo has echo tu solo, Harry. - Dije yo, sintiendo como se me estrujaba el corazón dentro del pecho. Esto me dolía más que cualquier otra cosa que me hubiese ocurrido en el pasado.

- Por favor, Ariel. Te juro por lo que más quieras que lograremos averiguar que pasó. Lo solucionaremos juntos. Te lo prometo. - Dijo el chico con lagrimas en los ojos. Joder, era muy buen actor. Casi le había creído. - Y te quiero. - Volvió a repetir, con lo ojos rojos de tanto llorar.

- Lo siento, pero yo a ti no. - Dije yo, y salí del cuarto dejándolo allí. Todo había terminado.

Mermaid (h.s.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora