- Tienes 39 de fiebre. - Dijo Eddie quitándome el termómetro. Mierda, la sesión de besos en la ducha me había venido fatal. Tal y como dijo Harry, había cogido una pulmonía. Me encontraba fatal físicamente, pero genial anímicamente. Estaba hablando con Harry por mensajes así que no le presté mucha atención a Edward.
Chat abierto*
Harry: Yo voy de camino, nena. He salido más tarde de clase.Ariel: No te preocupes, estoy bien.
Harry: ecribiendo...
Deja el movil y descansa. Llego en 5 min.Solté el movil en la mesita de noche y miré a Eddie, con una sonrisa en la cara.
- Ariel, te he dicho que tienes 39 de fiebre, ¿por qué estás tan contenta?
- No es para tanto, Eddie.
- Si me pasara a mi, no seria para tanto. Pero con las pocas vitaminas que tienes que tener tu en el cuerpo, tendrás las defensas muy bajas. Si no te baja la fiebre te llevaré al medico. - Dijo Edward con un tono autoritario.
- Eddie, relájate ¿vale? Estoy perfectamente. - Dije tosiendo un poco al terminar la frase. Me encontraba realmente mal. Tenía un dolor de cabeza continuo, la garganta al rojo vivo y la nariz entaponada. Pero no había nada que no se curase con un jarabe para la tos y un día entero en la cama.
- Te llevaré al medico a rastras. Te pongas como te pongas. - Cada día me gustaba más Edward. Se preocupaba muchísimo por mi y siempre era muy atento y cariñoso.
- Eres el mejor. - Le dije alzando los brazos queriendo que se acercara y me abrazara. Y así lo hizo. Edward se sentó en la cama a mi lado y me dio un fuerte abrazo.
- Que va, el mejor aquí soy yo. - Dijo el rey del mambo entrando en mi cuarto.
- Harry, que tiene 39 de fiebre y no quiere ir al médico.
- Joder!- Exclamó Harry, quitando la cara de graciosillo y acercándose a mi para tocarme la frente. - Estas ardiendo, Ariel. Tenemos que ir al medico.
- No quiero. Solo necesito descansar y ya se me pasará. -Dije haciendo un puchero a Harry.
- Vale, pero como te suba la fiebre, me da igual como te pongas. Que vas a ir al medico.
- Sois exactamente iguales. - Dije sonriendo mientras miraba a los dos gemelos. Es que no solo eran iguales por fuera, sino que también decían las mismas expresiones, hablaban a la vez diciendo exactamente las mismas palabras. Era una cosa increíble de ver.
- Hostras, ¿No me digas? - Dijo Harry irónicamente. - ¿Tu te habías dado cuenta de eso antes, Eddie?
- Yo creo que está delirando por la fiebre. - Dijo Edward hablando de mi como si yo no estuviese en la habitación.
- Es verdad hermano, está loca.
- Oye, que estoy aquí ¿sabéis?
Tras haber almorzado en la cama lo que Eddie me había preparado, decidí dormir un poco la siestas a lo que Harry decidió acompañarme.
- Por fin se ha ido. - Dijo el rizado haciendo ademán por besarme. Yo me eché hacia atrás y le giré la cara.
- ¿Que haces? - Dijo molesto, mientras fruncía el ceño. Podría disfrutar un poco torturándolo.
- No quiero besarte.
- ¿Ya empezamos? ¿Que se supone que te he echo ahora? Pero si ayer estábamos bien. - Pobrecito, se estaba enfadando de verdad, por lo que decidí dejar la broma para otro momento.
- No voy a besarte, por que no quiero contagiarte la pulmonía, tonto. - Le aclaré acariciando su mejilla con mi mano, que estaba congelada.
- Me importa una mierda la neumonía.
- Pulmonía.
- La misma mierda es, me da igual. Llevo esperando toda la mañana para besarte y voy a hacerlo. - Dijo él acercándose a mis labios lentamente. Me hubiese apartado, pero cuando me decia esas cosas me derretía el corazón y era imposible rechazarlo. Por lo que le seguí el beso muy lentamente. Sabía que estaba débil y por eso iba tan despacio. Me encantaba que se preocupara por mi como lo hacía.
- Ahora vamos a dormir, buenas noches, sirena.
- En realidad no es de noche. Es por la tarde.
- Ariel, cállate, pesada. - Me encantaba eso de Harry. Me encantaba que, aunque ahora fuésemos algo más que amigos, él siguiera comportándose como un colega conmigo. No habíamos perdido las bromas ni el tonteo y eso era lo que nos mantenía juntos.
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- Venga ya, ¿cuándo te has echo eso? - Grité cuando vi a Alaska entrando por la puerta.
- Pues.. ahora mismo. - Dijo la chica sonriendo tranquilamente.
- Si antes eras fea, ahora que eres rubia de bote, estás todavía peor. - Le dijo Harry a su hermana mientras me abrazaba los hombros para hacerme entrar en calor. Desde que nos habíamos despertado de la siesta, no se había separado de mi en toda la tarde.
- Ariel ¿de verdad me queda mal?
- Estas.. diferente.
- Pero ¿diferente en sentido malo o en sentido bueno?
- Estás feísima. - Dijo Harry, a la vez que Edward decía: - Estás guapísima.
- No hay quien os entienda de verdad. Poneos de acuerdo de una vez, pesados.
Al final decidimos decirle a Alaska que estaba guapísima con su nuevo cambio de look. Yo realmente no la veía mal, solo que había sido un cambio muy drástico. De tener el pelo castaño oscuro a rubio platino, hay un gran trecho.
Pasamos toda la tarde discutiendo sobre de qué color nos pintaríamos el pelo si "tuviésemos huevos" de hacerlo y después comenzaron a jugar al juego más estúpido que existía. Verdad o Reto. ¿Cuantos años tenían? ¿12?
- Venga, empiezo yo. - Dijo Alaska, mirando a Eddie. - Eddie, ¿verdad o reto?
- Verdad. No me fío tanto de ti como para que me propongas un reto.
- Haces bien, hermanito. - Dijo Alaska con una sonrisa maligna en el rostro. - Eddie, ¿Sientes alguna atracción física por Ariel? - Venga ya, no me jodas. Alaska podía llegar a ser mala cuando se lo proponía. Y sabia perfectamente que esa pregunta iba a cabrear a Harry, así que supuse que lo había echo a posta para molestarlo.
- Obviamente que sí, es guapísima.
- Gracias, Eddie. - Le agradecí dedicándole una sonrisa.
- Vale, mi turno. - Dijo Edward, mirándome a mí. - ¿Verdad o Reto?
- Reto. - No pensaba elegir verdad por que sabía perfectamente el tema sobre el que me preguntarían y no estaba dispuesta a contar nada de eso.
- Comete un trozo de tarta de chocolate.
- No.- Dije de inmediato. Vale, el reto también podía ser con referencia a la comida.
- Pues tendrás una penalización.
- ¿Una penalizaci..- Me quede a media pregunta por que la cabrona de Alaska se me tiró encima para empezar un ataque de sus "cosquillas asesinas"
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Alaska y Harry en multimedia ❤️❤️❤️❤️❤️
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Mermaid (h.s.)
FanfictionQue os esté contando esta historia no significa que salga ilesa de ella. Pero, recapitulemos. Ninguna historia comienza por el final, sino por el principio. Un principio que me llevó a hacia la puerta de un piso en el centro de Londres. Lo que yo n...