Mermaid (h.s.)

29. Completamente segura (HOT +18)

- Luke comenzó a besarme de una forma que no había echo nunca. De una forma que me incomodaba. Intenté apartarme pero el chico me lo impidió y siguió besándome con fuerza.. ya puedes imaginar el resto. - Harry abrió los ojos como platos. - No llegó a hacerlo. - Aclaré haciendo que el rizado respirara algo más tranquilo. - Me deshice de él y salí corriendo. Después de aquello, en el instituto comenzó a circular un vídeo, en el que habían echo un montaje. Osea el video se cortaba antes de que yo saliera rechazando a Luke. Lo que daba a entender que nos habíamos acostado. Todo el instituto comenzó a insultarme y a tratarme fatal. Y como siempre, todo gracias a Luke. Después, me enteré de que todo había sido por una apuesta. - Dije, mientras me secaba las lagrimas de los ojos.  - Luke había arruinado mi vida por una jodida apuesta. - Ya lo había soltado, no había vuelta atrás. Harry me abrazó haciendo que apoyase mi cabeza en su hombro mientras me consolaba. Odiaba que me viesen llorar, odiaba darle pena a la gente y odiaba que me compadecieran, pero es que no podía más. Necesitaba contarle esto a alguien, ya que ni mis padres lo habían sabido nunca. Pasé por todo esto yo sola.

- Voy a matarlo. - Dijo Harry, cuando yo ya había dejado de llorar.

- Harry.. no merece la pena.

- Ariel, no me puedes contar todo esto y pretender que me quede de brazos cruzados.

- El daño ya está echo, Harry. No voy a cambiar. Tengo un jodido trauma por culpa de Luke, y que tu lo mates o no, no cambia nada.

- Cariño, siento mucho todo esto, joder. Tu no merecías pasar por esa mierda. - Dijo Harry mirándome con pena.

- No digas eso. No quiero que sientas pena por mi, ni que me trates de manera diferente ahora. No cambies conmigo, no lo soportaría.

- Ariel, no voy a cambiar contigo, joder. Que me hayas contado esto solo refuerza lo que pensaba de ti.

- Y ¿que piensas? - Pregunté temerosa de que pensara que era débil por haber echo caso a Luke y dejarme manejar de esa forma.

- Pienso que eres la chica más fuerte y hermosa que conozco. Que has pasado por unas situaciones horribles y aún así has salido adelante tu sola y has logrado superar toda esta mierda. - Dijo mi chico mirándome con los ojos brillantes.

- Pero.. sigo sin querer comer.- Dije yo, mirando hacia abajo avergonzaba. Odiaba que lo que Luke me hizo, condicionará tanto mi vida.

- Eso vamos a cambiarlo poco a poco. Yo te ayudaré, no te preocupes.

Al cabo de un rato acabamos besándonos como locos en el sofá del salón. Después de la conversación tan intensa que habíamos tenido necesitábamos sentirnos el uno al otro. Pero a mi no me bastaba con besos, necesitaba más. Y sabía que Harry también, por que noté como un bulto enorme crecía en su entrepierna y rozaba con mi parte más íntima. Mientras nos besábamos yo me movia hacia arriba y hacia abajo encima de él, haciéndole jadear de vez en cuando.

- Nena, deja de hacer eso. - Dijo Harry poniendo sus manos en mis caderas y haciendo que dejara de moverme.

- No quiero parar.

- Ariel, lo digo en serio. No voy a poder controlarme. - Dijo Harry respirando aceleradamente.

- No quiero que te controles, cariño. Quiero hacerlo. - Tenía que decírselo por que no podía aguantar más. Le deseaba y le deseaba ahora.

- Sirena.. - Dijo él mirándome a los ojos fijamente. - ¿Estás segura?

- Completamente segura.

Harry me agarró de los mulos mientras yo enganchaba mis piernas a cada lado de su cintura. Cuando llegamos a la habitación nos tiramos a la cama, sin dejar de besarnos en ningún momento. Comencé a desabrochar la camisa de Harry, desesperada por tocar su piel. Él hizo lo mismo con mi camiseta mientras me la quitaba por la cabeza. Una vez estuvimos los dos sin camiseta, seguimos besándonos apasionadamente.

Harry dejó de besarme un segundo para mirarme. Sabía perfectamente lo que quería decirme con la mirada, por lo que yo asentí, permitiéndole que me quitara el sujetador. Cuando me sacó el sujetador, Harry agarró mis pechos con sus grandes manos y yo no pude evitar soltar un gemido de placer. Joder.

- Eres preciosa.- Susurró Harry a mi oído mientras comenzó a darme besos húmedos por toda la base de mi cuello.

Harry se quitó los pantalones con rapidez mientras me quitaba a mi también los vaqueros. Poco después solo nos separaba la tela de nuestra ropa interior. Miré a Harry a los ojos, y decidí tomar las riendas de la situación. Comencé a tocar la cinturilla de sus Calvin Klein, para provocarle. Pero como yo no aguantaba más, se los bajé de un tirón, liberando su miembro, el cual era muy grande. ¿Eso iba a entrar dentro de mi? Me iba a partir en dos, joder.

- Tranquila, nena. - Me dijo Harry mirando mi cara de espanto. El chico comenzó a bajarme las bragas hasta que quedamos ambos completamente desnudos.

Harry se colocó encima de mi mientras me miraba fijamente a los ojos. Ví como tuvo que incorporarse para coger un preservativo del bolsillo de sus pantalones y después volvió a la misma posición de antes. Una vez se puso el condón, volvió a mirarme a los ojos.

- Cariño, voy a ir lo más despacio que pueda. ¿de verdad que estás segura?

- Sí. - Dije, mientras agarraba su cara y unía su boca con la mía. Harry comenzó a acercar su miembro a mi entrada. Noté como iba entrando en mi muy poco a poco. Y de repente la sentí entera dentro. Se me saltaron las lagrimas y me mordí en labio inferior para no gritar. Harry se dio cuenta de mi estado y comenzó a repartir besos por toda mi cara.

- Ya está, cariño. A partir de aquí todo será placer. - Dijo mi chico. Y que razón tenía. Comenzó a moverse muy suavemente haciendo que el dolor desapareciera y que el placer se incrementara. Un rato después me tenía gritando su nombre y arañando su espalda.

- Córrete para mi, sirena. - Dijo Harry, jadeando en mi oído. Así fue como llegue a mi primer orgasmo a la vez que Harry.

- Lo has echo genial, cariño. - Dijo Harry, antes de salir de mi.