Capítulo cuatro.

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Al levantarme Nick ya estaba dentro del cuarto de baño haciendo su aseo, por lo que imagine que se levantó mucho más temprano de lo normal, no le di importancia y baje a hacer el desayuno para los dos, al terminar de hacerlo ví que aún quedaba una hora para ir al trabajo y se me ocurrió la idea de desayunar aquí en casa ya que lo habitual es que siempre desayunemos en el trabajo. Estaba buscando los cubiertos, cuando siento unas manos en mi cintura, sabia que él estaba preocupado por la discusión de ayer y es que yo también lo estoy.

—Buenos días, Sam —dio un corto beso en mi hombro, pero aun sin soltarme, yo aun seguía buscando los cubiertos —Sam, perdóname, todo fue un mal entendido tuyo.

—Buenos días, Nick —respondí cuando conseguí los cubiertos y volteé a verlo, haciendo que soltara su agarre de mi cintura —no sabes como estoy muriendo de tan solo pensar que me estas... —voltee mi mirada otro lado de la cocina y aguantando mis lágrimas, respondí: —engañándome

—No, Sam, esta equivocada —com su dedo índice levanto mi mentón e hizo que lo mirara a los ojos —mírame, Sam, mírame y escucha bien —me  miraba fijamente —, no te estoy siendo infiel, nunca podría hacerlo, me casé contigo porque estoy completamente enamorado de ti, te amo como a nadie, ¿cuándo lo entenderás? —finalizo y da un fugaz beso en mis labios el cual respondo gustosamente

Cuando nos separamos, respondo: —Nick, lo tenía en claro hasta ayer en la mañana, ahora lo estoy dudando y tengo mis razones. Lo que aún no entiendo es ¿que hice mal, para que me hagas esto? —él suspiro negando  con la cabeza

—Sam, por dios, ¡NO TE ESTOY ENGAÑANDO!  —grito alejándose de mi

—No alces la voz —lo observe —¿Vas a desayunar?

—No, desayunaré en la oficina

—Tenia pensado desayunar aquí los dos juntos, pero está bien, si quieres desayunar en el trabajo, yo me voy en mi auto —Fui a las escaleras que dirigían a la habitación.

—No, espera, Sam. Desayunemos —lo vi desde los escalones de la escalera.

—Me duchare y arreglare primero, aguarda unos minutos —él solo asintió, subí y fui directo al cuarto de baño

Ya he terminado con mi aseo, me coloque la ropa interior y por último unos ajustado pantalones de color negro, una blusa blanca y finalizó con mis zapatos. Esta vez no llevaba maquillaje exagerado, solo máscaras de pestañas y un brillo labial, mi cabello iba sujeto en una cola de caballo.

Baje al comedor y en este me esperaba mi esposo de espalda, odiaba estar enojada con él esta vez se la dejaría pasar, pero la próxima dormiría en la calle aunque no quisiera que hubiese una próxima vez. No dude en abrazarlo por la espalda, él era mucho más alto que yo pero al estar recostado en el comedor podía llegar perfectamente a su hombro en el cual deposite un pequeño beso.

—Amor, no me gusta estar así contigo —digo aun sin soltarlo, Nick hace el intento de mirarme pero le era imposible conmigo abrazándolo

—Sam, a mí tampoco —dice volteandose haciendo que lo suelte —Te amo, Sam, no tienes idea de cuanto lo hago y solo quiero darte lo mejor porque te lo mereces, podrán haber muchas mujeres bellas, pero tú siempre serás la más hermosa para mi. Me siento afortunado de que seas mía, te amo, Sam. —agarra mis manos y les da un cálido y corto beso

—Te amo, Nick —doy un beso en sus labios —Te perdono, olvidemonos de esto y desayunemos

Luego de desayunar y conversar, salimos para ir al trabajo, Nick me dio un pequeño beso acompañado de un “Te amo, nos vemos en la casa y así entra al trabajo, como siempre saludé a Marie y fui a mi oficina hoy tenía más trabajo que nunca, así que empecé de una vez para salir a mi horario normal. Ya iba por el segundo montón de documentos, cuando tocan a la puerta

—Pase —digo e inmediatamente se abre la puerta dando a ver a mi secretaria entrar con un hermoso ramo de rosas rojas y blancas, mis favoritas.

—Señorita Hanks, le han enviado esto, ¿donde se lo coloco? —me levanto del escritorio torpemente para ir donde Briggeth

—Gracias, Briggeth, deja las por aquí —señale una pequeña mesa donde tenia unos retratos, mi secretaria rápidamente lo colocó y salió para seguir con su trabajo

Sabía perfectamente que había sido Nick, él era el único que sabía sobre mi favoritismo con esa rosas. Rebusque entre el ramo la pequeña nota, la  leí con una tonta sonrisa, y es que cuando se trataba de Nick actuaba como una adolescente enamorada.

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Disculpen la tardanza.
Espero y les guste.
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Ya es tarde para la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora