El sonido del despertador, hizo que nos levantáramos de un salto, Nick fue directo al cuarto de baño, no sin antes dar un pequeño beso en mis labios acompañado de un “Buenos días, cariño”. Yo baje hacer el desayuno para los dos, al terminar vi bajar a mi querido esposo con su traje y corbata sin anudar.
—Cariño, ¿me ayudas?— se dirigió a mi
—Claro— le Sonreí — ¿Cómo es posible que siempre has usado corbata y aun no sepas como anudarla?—Soltó una pequeña carcajada, amaba cuando reía
—Quizás si se como anudarla, pero me gusta más cuando tú lo haces— le Sonreí, y juraría que me he sonrojado, era típico en mí cuando él hacia cualquier cumplido hacia mí
—Oh por dios, ¿por qué dices eso?— le digo, al terminar de anudar la corbata
—Cuando estas anudando mi corbata, siento tus manos temblar, tu mirada fija en la corbata, tu ceño fruncido y tu nerviosismo cuando estas cerca de mí,— no aparte mi mirada de sus ojos— por eso me gusta cuando tú lo haces—no dude en lanzarme a abrazarlo y besarlo
Dios, no puedo negarlo él es el mejor hombre, aun sigo enamorada de él como la primera vez.
Nick rompió el beso, antes que lo besara de nuevo, hablo; — Sam, amor, ve a ducharte y arreglarte, se nos hace tarde.— me separe de él, iba a empezar a caminar, cuando de repente siento un azote en mi trasero, volteo y veo a Nick recargado en el comedor con una sonrisa en su rostro— No caminas rápido, te quise dar una mano para que caminaras rápido — le Sonreí rodando mis ojos, y fui a la habitación
Terminé con mi aseo, salí del cuarto de baño con una toalla alrededor de mi cuerpo y otra en mi cabello, busque la vestimenta que me pondría, me coloque la ropa interior, luego el ajustado pero sencillo vestido color beige que llevaría al trabajo, me coloque un poco de maquillaje, nada exagerado y un poco de brillo en mis labios, seque mi cabello en el cual quedando en pequeñas ondas, y por ultimo los zapatos altos color negro, agarre mi pequeña cartera y baje al living donde me esperaba mi esposo viendo la televisión concentrado, me senté a su lado.
—¿Vamos?— le digo dándole un beso en la mejilla
—Si, cariño—sonrio, cuando llegábamos a la puerta, me detuvo—oh. Sam. El desayuno, lo hemos dejado en la mesa
—Aguarda aquí, ya vuelvo— Volvía a la cocina, recogí los desayunos y volvía a la puerta.
Bajamos al piso donde se encontraba el auto, Nick abrió la puerta del copiloto por mí, rodeó el auto y se monto en él, salimos del estacionamiento. Llegamos al lugar donde trabajo, antes de bajar del auto, Nick me jala por el brazo haciendo que lo voltee a ver.
—Mi beso— señalo sus labios
No dude en darle un pequeño beso, pero al intentar separarme, me jala nuevamente dándome un beso mas largo que el anterior, nos separamos y sonreímos.
—Sam, cuando salga del trabajo pasate por ti, para ir a cenar,— dijo antes de bajarme del auto— paso por ti a las ocho y media
—Ok, cariño. Te amo, hasta la noche— me despido y camino a la entrada de ese gran edificio
Paso por la recepción y como todas las mañanas Marie está esperando con una pequeña nomina, la cual todos debemos firmar apenas llegamos, para saber nuestra asistencia.
—Buen día, Señorita Hanks,— me saludo como todas las mañana, sonrió mostrando su dentadura perfecta— ¿como esta el día de hoy?
—Buen día, Marie. Bien, ¿y tu?— le sonrió de vuelta
—Oh, me alegro. Muy bien, Señorita Hanks, que pase un buen día.
—Igualmente, Marie— me despedí
Hoy no había mucho que hacer en la oficina así que saldría temprano y aprovecharía ese tiempo para buscar el vestido y zapatos adecuados para la cena de esta noche, era la primera vez desde hace cinco meses que íbamos a salir a cenar fuera de casa y me gustaba por que las cosas al fin retomaban de nuevo el camino de antes. En fin, llego la hora de salir del trabajo, empecé a guardar algunas carpetas y colocarlas en su lugar, luego de terminar baje a recepción y le pedí a Marie que llamara un taxi, el cual llego luego de unos diez minutos de ser llamado.
—Adios, Marie, gracias— me despedí de ella.
—Adios, Señorita Hanks, no hay de que— me sonrió
Me monto en el taxi, le doy la dirección y este comienza a andar. Iría primero a casa para tomar una ducha y ponerme ropa más cómoda para por fin ir al centro comercial. El auto se aparcó frente a la casa, le doy el dinero al conductor, le agradezco y bajo.
Al entrar a casa deje mi abrigo en el perchero y fui directo a la habitación entre al cuarto de baño, me aseo y me coloco ropa cómoda para finalmente bajar a buscar mi auto en el estacionamiento.
Me subí al auto, y partí rumbo al centro comercial, luego de unos cuarenta minutos de camino llegué. Camine por casi todas las tiendas de vestidos y ninguno llamaba mi atención, pero solo me faltaban dos tiendas por entrar así que fui a una un poco escondida, entre, sinceramente todos eran hermosos, una joven me ayudo a buscar hasta que recordó que tenían uno muy costoso, por lo cual tuvieron que quitarlo de los estantes ya que nadie lo compraba.
—Es este, señorita, espero y le guste— lo saco del plástico que lo protegía
—Oh dios, es realmente hermoso, sin duda me lo llevare— la joven lo tomo con mucho cuidado el vestido y lo llevó a donde tenia que cancelarlo.
—Espero y lo disfrute, se vera realmente hermosa— dijo con una sonrisa, me despedí de ella con la mano
Realmente era costoso, pero valía la pena esta noche era muy especial para mí, debía lucir hermosa para Nick, lo sorprendería. Luego de salir de la tienda con una pequeña bolsa en mis manos, fui a comprar los zapatos altos, y finalmente partí a casa.
Al llegar ya eran las seis con cuarenta y cinco minutos, por mientras arreglaría todo para ir a la habitación y ducharme.
ESTÁS LEYENDO
Ya es tarde para la verdad
Mystery / ThrillerSamantha Hanks cree que su esposo -Nick Hanks- le es infiel. Nick Hanks trata de demostrarle lo contrario día a día pero, ¿esto traerá de vuelta tranquilidad a Samantha? Humilde, tímida, enamorada e insegura. El desencanto de Samantha Hanks, no es s...