Las crónicas del viento

Capítulo 9

Pov sesshomaru.

Al ver a jacken decirme el nombre de rin y verlo alarmado me preocupé.

Dejé sola a Kagome y me fui sin decir nada, lo cual me alegra, pues los sirvientes del castillo me informaron que a Rin la había raptado un demonio poderoso, que quería a la miko a cambio.

Me alerté al instante.

Si quiera al pensar que alguien quería tocar a Kagome.

Sabía lo que debía hacer.

Pero Kagome complicó todo al insistir en ir.

No pensaba arriesgarla.

Y la lastimé al intentar apartarla, puedo asegurar que me dolió más que a ella, pero de ningún motivo permitiría que se acercaran a ella.

Al llegar me encontré con naraku con el cual no se encontraba rin.

-Mira quien está aquí – estaba solo en medio del bosque, ese estúpido no estaba con rin.

-¿En donde está? – mi voz sonó firme, tal vez demasiado.

-La deje ir hace tiempo, corrió en aquella dirección – señalo una dirección al bosque pero sabía que con eso no terminada.

-Ya veo – estuvo cargado de sarcasmo.

-Vaya lord, veo que ha caído en el mismo hechizo que tu padre – sabia a lo que se refriase burlaba de mí y no me molestaba, estaba orgulloso, me molestaba y confieso que al principio me negaba aceptarlo pero poco a poco caí en los hechizos de no una humana, si no que kagome, no me hubiera importado si se convertía en yokai o no.

-Veo que NO está bien informado – una risa se formó en mis labios pues no dejaría que le hiciera daño o que se enterara, si se enteraba de lo mio con Kagome sería más fácil herirla, pues jugaría con sus sentimientos.

-Jaja, vamos lord, ¿no me está engañando?, quitarle a su propio hermano a la persona que ama, ¿Qué no es que viaja con ustedes?- naraku, como es que sabía que viajaba con migo, no lo sabía, simplemente ponía extrema atención a cualquier gesto.

-Simple engaño, sé que esa humana puede detectar los fragmentos de shikon no tama, llegaría mas fácil a ti –me dolió, jamás lo habría dicho peor y lamentaba decirlo así, me dolía a mi a cierto punto, jamás había amado en verdad a alguien y ahora después de más de 500 años de vida la conocía, a una persona a la que verdad podía decir que amaba, nadie ni ella se enteraría de esto.

-Veo que es inteligente mi lord, - naraku siguió hablando –pero no será tan fácil, quiero a la miko, al parecer es yokai? – naraku sonrió y yo aunque quisiera cortarle la cabeza respondí.

-No, eso no es verdad, enserio que hoy en día estas fallando mucho – Hizo una mueca de fastidio y su sonrisa de borro por unos instantes antes de que volviera a aparecer.

-No me interesa si lo es o no, la quiero y usted interfiere en eso – la quería, ¿Cómo la quería?, ¿para que la querria?, solo pensaba en algo y era cortarle la cabeza a ese maldito miserable, voltee hacia atrás, tome mi espada, en realidad es que mis ojos se tornaron rojos y no quería que naraku viera que me enojaba por kagome.

-En cuanto acabe de cumplir con algo será toda tuya – Mi fuego interno ardia pero una sonrisa se posaba en mis labios como en los de naraku.

y después de eso no recuerdo mucho, después en dirección a donde naraku había señalado me encontré a rin la cual corría hacia mí, se vio un poco nerviosa, claro, al llegar al castillo algo me alarmo, su aroma no estaba, no lo percibía, lo único que esperaba era que estuviera ocultando su aura, su olor, no, no estaba ahí, al llegar a la habitación fui directo al balcón y voltee la cama, simplemente la voltee, estaba enojado, más que eso, el estúpido de jacken la había dejado salir y ahora estaría expuesta al peligro, lo llame y lo golpee, Salí del castillo en busca de ella, sabia lo delicada que era al sol, aun no entendía por qué, pero lo era, el sol estaba en su mayor punto, la busque por todas partes hasta que tope con una aldea aldea que estaba en llamas, entre a ella y su olor inundaba el lugar, había 3 dragones muertos, uno en especial tenía su olor, extinguí las llamas fácilmente y observe a unos humanos salir del bosque, corrí hacia ellos los cuales se asustaron y gritar cierta cosa que me llamo la atención.