Sweets to the sweet | ym

05

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—Vaya, jamás creí que se hiciera tanto alboroto con lo de Jimin, ¡Hasta un nombre de pareja y todo les han dado!— Exclamó Minji mientras arreglaba su cabello y se colocaba pendientes que combinaran con su vestido negro.

Yoongi bufó desde su lugar en la cama de su amiga; Hoseok aún no terminaba de cambiarse y él ya estaba desesperado por llegar a la iglesia. —Sí, supongo que es genial. Seguro él piensa que es raro, o algo así—

—No lo creo, cualquier omega se moriría porque lo emparejen con un alfa tan conocido, aunque sea falsamente—

El rapero continuó leyendo los tweets de la cuenta "yoonmini9395"; había miles de teorías sobre alguna posible colaboración e historias inventadas de los fans, todos eran lindos y divertidos, y él no podía evitar enrojecer al imaginar todo eso.

Aunque era extraño, porque no sabía cómo lucía el chico y no era muy bonito imaginarse besando a una sombra.

—¡Estoy listo! ¿Cómo me veo?— Hoseok entró con su traje negro con plateado y dio vueltas por toda la habitación.

—Luces guapo. Quién sabe, tal vez te encuentres con algún omega o beta por ahí acosándote—

Hoseok soltó una pequeña risa ante el comentario de su hermanastra —Bueno, espero que el hermano de Seokjin-hyung esté por ahí—

Los tres salieron del departamento cuando la madre de Minji llegó por ellos en su auto; el menor de los cuatro iba cantando con su madrastra alguna canción de un grupo viejo y Minji, a su lado, se concentraba en explorar instagram.

—¿Y el tío Yuseob?— Preguntó Yoongi, tratando de ignorar las nuevas notificaciones en sus redes sociales. La madre de Minji lo miró por el retrovisor.

—Oh, él fue a ayudar a Namjoon con lo que falta, además, el pobre está muy nervioso, necesitaba un poco de apoyo moral. No quiero imaginar cómo está Seokjin— Yoongi asintió y miró por la ventana para concentrarse en el tráfico y no la vibración en sus manos cada que alguien lo etiquetaba en algo sobre Park Jimin.

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La iglesia estaba repleta de personas; familia y amigos de ambos novios, algo de prensa y fotógrafos profesionales. Siguiendo a su tía Soomin, se sentó junto a sus amigos y se centró en la bonita ceremonia, las lágrimas de Namjoon al ver a Seokjin entrar del brazo de su padre y cómo todos celebraban el nuevo matrimonio.

Una vez llegaron al salón, se apresuraron a buscar la mesa que les correspondía entre las reservaciones, pues había bastante gente y él ya comenzaba a sentirse mal al ver tantas piernas corriendo y andando a su alrededor.

—Demonios, se supone que tenemos la mesa A-5— mencionó Minji leyendo una y otra vez la tarjeta de reservación. Tal mesa quedaba en el segundo piso, por lo que tendrían que subir grandes escalones hasta llegar al balcón.

—Iré a buscarla— se ofreció Yoongi, y corrió escaleras arriba hasta el balcón.

Iba tan concentrado que no vio a las personas frente a él y chocó con una de ellas.

—Oh, lo siento— murmuró sujetando al chico rubio frente a él antes de que éste cayera, —¿Te encuentras bien?—

—Uhm, sí, lo estoy, muchas gracias hyung— el chico aseguró con la mirada en sus pies, hizo una reverencia y corrió hasta la recepción. Yoongi frunció el ceño, porque su tono de voz era extrañamente similar a uno que bien conocía, pero lo dejó pasar, porque no pudo ver el rostro del muchacho.

—Odio tanto subir escaleras— escuchó a Minji murmurar mientras subía con los pies descalzos y sus zapatillas negras en las manos. Hoseok la ayudaba a sostener su bolso y sus padres venían tomados de la mano. Yoongi sonrió al recibirlos en la mesa.

El salón por fin se controló, Namjoon y Seokjin se miraban con amor intenso en el centro de la pista y la luz principal los iluminaba hermosamente. Un chico bajito y rubio se acercó al micrófono y abrió la boca para comenzar a cantar.

"Te encontré, la persona para estar a mi lado"

Min Yoongi jamás imaginó que ese chico de cabello rubio, labios esponjosos, ojos encantadores y voz angelical fuese Park Jimin, el ser más hermoso que jamás vio en sus cortos 23 años.