Sweets to the sweet | ym

06

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—Tengo al teléfono al idol del momento, Park Jimin, ¡Hola Jimin-ssi! Bienvenido a KBS radio—

"Hola Sook-noona, es un placer hablar contigo una vez más"

—Ah, Jimin, has crecido mucho ¿cierto? recuerdo cuando eras pequeño. Oh, qué rápido pasa el tiempo, ¿cierto? Pero no estamos aquí para hablar de eso, sino de tu éxito, ¿qué se siente ser Monster Rookie del año?—

"En realidad no me lo esperaba. Me hace sentir muy feliz, sobre todo que mi trabajo es del agrado de muchas personas"

—Por supuesto, además has sacrificado muchas cosas por cumplir tu sueño ¿cierto? nuestro lindo Jimin ha trabajado muy duro. Ultimamente has ganado reconocimiento por muchos superiores, ¿verdad?—

"Sí, realmente estoy agradecido"

—Uno de ellos dijo que quería producir y colaborar en alguna canción contigo. Agust D. ¿Qué opinas de ello?—

"Oh, bueno, en realidad es un honor que un compositor, productor y rapero como Agust D crea eso de mí. Como fan de él que soy tal cosa me llena de emoción"

—¡Oh! ¿Eres su fan?—

"Sí, lo he seguido desde el debut de Triptych, es realmente una persona genial"

—¡Whoa! Un gran fan, ¿eh? ¿Qué dices de los rumores que sus fans inventan sobre ustedes dos? Tengo entendido que incluso tienen su propio fanclub—

"Creo que es tierno y divertido, como he dicho, es realmente un honor que a mí, un novato, lo consideren digno de alguien como SUGA sunbaenim"

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Jimin sonrió mientras leía una y otra vez aquellas notificaciones de "DTSUGA ha marcado como favorito un tweet donde te mencionan". Él era un gran fan del grupo a donde Min Yoongi pertenecía; tenía los dos álbums de estudio, había ido a los cuatro conciertos que Triptych había dado en sus apenas dos años de carrera y sabía todo sobre los tres miembros.

Dios era, ciertamente, muy bueno con él.

Había nacido con un enorme talento para bailar, había desarrollado una voz dulce y angelical luego de su pubertad y una buena empresa lo había contratado por ello, además, uno de sus dos primos, Seokjin, había conocido a Kim Namjoon y dentro de dos horas, estaba por casarse con él. Había tenido la dicha de conocer a uno de sus ídolos gracias al encanto de Jinnie-hyung (y, sí, sonaba aprovechado, pero Rap Monster pudo conocer a alguien más ¿no?)

Pero el día que Min Yoongi, su rapero favorito, había dicho que le gustaba su voz y le gustaría hacer una colaboración con él, fue el día que supo que Dios lo amaba mucho.

—Supéralo— 

—Cállate Taehyung—

—Oh, vamos, no es para tanto, es una persona normal. Pareces una de esas fangirls locas que pasan el día robando fotos de redes sociales y peleando con otros—

Jimin bloqueó su teléfono rápidamente y enfrentó a su otro primo, Taehyung, quien acababa de ajustar su peinado para la iglesia. Se veía muy guapo y, por un momento, tuvo una envidia inmensa.

 —Lo dices solamente porque no te agradan—

—Namjoon-hyung me agrada...—

—¡Solo por Jin-hyung! No te das el tiempo de escucharlos bien, o mirar su talento—

La verdad era que sí, a Taehyung no le gustaba el trío de raperos, ni el hip-hop en realidad, mucho menos cuando J-hope había admitido que estaba atraído hacia él y lo consideraba alguien muy guapo. Taehyung había tenido problemas amorosos en el pasado, por lo que ahora se cerraba completamente a la idea de una relación y detestaba a todo aquel que insinuase algo.

—No es mi estilo, Jiminnie—

Habían llegado temprano a la iglesia y se habían sentado en las primera butacas, ya que Jimin, al ser de menor estatura, tendría conflicto con ver la boda.

—Apuesto a que los otros dos estarán aquí en cualquier instante— había susurrado el menor de los Kim refiriéndose a los compañeros de Namjoon. Oh, Dios, ahí estaría Min Yoongi...

Pero nunca los vio. Había demasiada gente; su familia, la de Jin, la de Namjoon, paparazzis y montones de celebridades y desconocidos. No había rastro del cabello negro, piel pálida y sensualidad digna de un alfa.

Sin embargo, no se esperaba que, pocos momentos antes de interpretar la canción de boda de sus hyungs, el maravilloso Min Yoongi había chocado con él y había puesto sus enormes manos sobre su cintura para evitar que cayera por las escaleras.

Se había disculpado y escapado del agarre con la cabeza gacha. No iba a permitir que Agust D viese su rostro, sus ojos tan pequeños, sus mejillas gordas y sus labios grandes. Todo él era raro, no era delgado ni bonito. No era un omega digno de un alfa así de perfecto.

Por supuesto que jamás tendría una oportunidad amorosa con Min Yoongi, pero sí profesional.

Abrió la boca y dejó salir todo su potencial cantando para los novios.