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Cuando cumplen un mes de novios, Yoongi lleva a Jimin a un restaurante caro y privado para evitar las molestias de los paparazzi

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Cuando cumplen un mes de novios, Yoongi lleva a Jimin a un restaurante caro y privado para evitar las molestias de los paparazzi.

En su segundo mes, lleva al omega al cine; eligen una de las funciones vespertinas para ver una nueva película de horror y, aunque ambos las odian, es una nueva y divertida experiencia para ambos.

Sin embargo, en su tercer mes, Jimin rechaza cualquier invitación a algún lugar lujoso para celebrar juntos en su departamento. Sabe que Yoongi ha estado trabajando duro en sus nuevas canciones, así como produciendo para otros artistas; agradece infinitamente que el rapero sea tan atento con él, pero no le gusta ser una carga y seguir permitiendo que el mayor gaste en cada cita o regalo.

Así que arregla muy bien su departamento, toma su tiempo para ponerse bonito y compra lo necesario para una buena cena; cervezas, carne y botanas para pasar el rato.

Cuando Yoongi llega, trae consigo un pequeño pastel de moras para el postre. Jimin sonríe ligeramente, pero tiene en la mirada un brillo de molestia.

— No es necesario que gastes en esto — aclara, para luego dar un pequeño beso en los labios contrarios.

Yoongi ríe, culpable — En mi defensa, lo compré para comerlo ambos... Y me gusta gastar en ti.

El cantante niega, divertido, y ambos entran hasta la cocina del departamento; Yoongi se ofrece a ayudar a preparar la carne mientras Jimin se encarga de los fideos.

— ¿Qué tal tu día, Minnie? — inicia el mayor, deseando escuchar durante todo ese tiempo la voz de su novio.

— Cansado. He estado tratando de hablar con el CEO sobre no comprar canciones para mi comeback. He estado escribiendo mucho últimamente.

— ¿Y me mostrarás las letras? — Jimin asiente y le planta un beso rápido en los labios.

— Claro que sí. ¿Qué tal el tuyo, hyungie?

Yoongi suspira mientras sigue cortando la carne de cerdo en pedazos pequeños. Jimin puede notar una ligera incomodidad en su mirada.

— ¿Ocurrió algo malo? — el rubio (ahora más platinado que antes) deja su lugar y se acerca al alfa, abrazando su cintura.

Yoongi lo mira preocupado y luego sonríe en grande— Trabajaré con Tiger JK.

— ¡Hyung! — Jimin le golpea el pecho — Tonto, creí que algo malo había sucedido.

— Caíste en la trampa, Minnie — Yoongi carcajea y lo contagia rápidamente. El omega abraza su cuello y comienza a dejar varios pequeños besos en sus labios y mejillas.

— Estoy muy feliz y orgulloso de ti, Yoonie-hyung.

Yoongi agradece con un beso profundo y un abrazo fuerte.

Cuando Jimin coloca los fideos a cocinar y Yoongi deja cocer a fuego lento la carne, ambos toman una lata de cerveza para esperar, sentándose en el sofá más grande del departamento.

Sweets to the sweet | ymWhere stories live. Discover now