Sweets to the sweet | ym

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Cuando Jimin conoció a Lee Taemin, él apenas había comenzado como trainee a su compañía y pulía sus cualidades en el ballet dentro de una academia especial para artistas del entretenimiento.

Mientras él y Kim Jongin entrenaban en tiempo extra, Taemin había llegado de visita con una sonrisa en el rostro por haber ganado algún trofeo con una nueva canción de su grupo. En ese entonces, Jimin iba para los 17 y Taemin había cumplido 19.

El mayor de los tres, aún sin conocerlo, le invitó a celebrar la victoria en un pequeño restaurant-bar familiar con noraebang incluido. Jimin aceptó por respeto y, hablando como si se conocieran de toda la vida, se hicieron grandes amigos.

— ¿No te estoy molestando con mi llamado, hyung? — Preguntó Jimin, con los brazos sobre la mesa y los dedos jugando con las servilletas. Taemin negó con seguridad mientras retiraba su cubrebocas negro de su rostro.

— Claro que no, Jimin. Te dije que estaría para ti siempre, ¿no es cierto? Ahora, dime qué es lo que le preocupa a esa cabecita tuya —

La mesera les llevó a ambos malteadas de banana y vainilla, algo que siempre solían tomar luego de sesiones espontáneas de baile y charlas largas sobre la música.

— Hay alguien con quien estoy trabajando para mi regreso... Es alguien muy conocido en este ámbito, ya sabes... ¿Conoces a Triptych? —

— Lo hago. ¿Es uno de ellos? —

— Sí, Min Suga — Jimin se sonrojó de pronto ante la mirada atenta de Taemin y dejó de hablar. Sus labios estaban rojos por tanto morderlos, creando un bonito contraste con la copa y su contenido amarillo.

— ¿Te gusta él? —

— Me gusta... mucho —

— ¿Y cuál es el problema? —

— Él no siente lo mismo...O b-bueno, no estoy seguro de que lo haga —

Taemin pidió un par de panqués con moras para ambos. Pasó su mano por su cabello castaño y miró con seriedad al menor.

— ¿Cómo estás tan seguro, Jimin? ¿Acaso te ignora o te trata de forma indiferente? ¿Te ha demostrado tener alguna pareja? —

Jimin negó y dio un gran trago a su malteada.

— Hyung es muy bueno conmigo, me ha ayudado mucho tanto profesionalmente como de forma personal. ¿Recuerdas al chico que me gustaba en la universidad? Yo le conté sobre él... Incluso sabe sobre mis problemas de autoestima. Lo quiero tanto, Taemin-hyung... A veces me duele — El rubio gruño y ocultó un sonrojo entre sus manos — ¡Es que no sé cómo pasó! Es muy lindo, y me hace sentir bien, dice que soy especial, o que me quiere, y lo siento tan real ¡Pero tengo miedo de pensar que es mi cerebro el que me hace creer eso! Me odio —