Sweets to the sweet | ym

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Cuando Jimin subió al auto de Yoongi, casi lo saluda con un beso en los labios; se le ha hecho tan común el verlo de forma seguida que sus sentimientos se están apoderando de su mente, por lo que al darse cuenta rápidamente desvió el ósculo hasta la mejilla del mayor.

- Buen día, Jiminnie.

- ¡Buen día, hyungie!

- ¿Has dormido bien? ¿Tienes hambre? ¿Quieres un café? ¿Me extrañaste?

- Siempre, hyung.

- ¿Siempre me extrañas?

- Siempre tengo hambre.

Jimin comenzó a reír cuando la boca de Yoongi se convirtió en una línea y sus ojos se entrecerraron al fingir estar ofendido. Jimin, aún soltando risitas, se recargó en su hombro mirando las manos el mayor apretarse en el volante.

- Me acabas de romper el corazón, Minnie.

- Ah, ¿qué puedo hacer para enmendar este pecado?

- No lo sé, ¿deberías ser castigado?

- Uhm - Jimin frunció los labios y Yoongi lamió los propios - ¿Quieres castigarme, hyung?

- Puedo hacer muchas cosas contigo, Jiminie, pero no podía enojarme y castigarte, a pesar del daño que le has hecho a este pobre corazón -

Jimin se acomoda correctamente en su lugar de copiloto y sonríe en grande cuando la mano tosca de Yoongi de acaricia suavemente la mejilla.

Se siente amado y valorado, y esa sensación es lo mejor del mundo.

Pero es cuando Yoongi murmura un insulto que sale de su ensoñación de felicidad ante las acciones del mayor.

- ¿Está todo bien, hyung?

- El estacionamiento privado está cerrado.

Oh, entonces eso significaba estacionarse públicamente afuera del edificio.

- Esta bien hyung, no te preocupes.

Yoongi suspiró con alivio por no incomodar a Jimin, acomodó su sombrero y abrió la puerta para el idol; entraron tranquilamente a la compañía saludando a la recepcionista y a algunos compañeros que eran productores.

Subieron el elevador hasta el estudio el estudio y, una vez ahí, comenzaron a hablar seriamente sobre la canción.

-¿Tienes la letra?

-Sí, aunque no está completa, solamente tengo un verso, pero la melodía está lista en mi mente.

-¿Puedo verla?

Jimin sacó de su chaqueta su diario de notas y, con las manos ligeramente temblorosas, le entregó el objeto a Yoongi, quien acarició disimuladamente la mano del menor.

Jimin vio cómo el rapero leía sus palabras con seriedad, como si las estuviese analizando. Tragó saliva con dificultad cuando Yoongi lo miró.

- Una canción de amor.

- Sí.

- ¿Tienes la melodía?

Bueno, tal vez le decepcionó un poco que no preguntara si era para alguien especial, pero al mismo tiempo agradecía que no se diera cuenta de que era para él.

-La tengo.

-Cántala para mí. También puedes tocarla si lo deseas - Yoongi ofreció su sintetizador con una pequeña sonrisa y Jimin, aunque estaba nervioso, se acercó decidido y comenzó a tocar y murmurar la letra para el deleite del mayor.

-Es una linda canción. ¿Cómo quieres que sea? ¿Balada o --

- Quiero que sea romántica, pero con tu toque de hip-hop. Algo tipo "Cleaning out my closet" pero nostálgico de una forma linda.

-No sabía que te gustaba el hip-hop.

-Hay muchas cosas de mí que faltan por descubrir, hyung. Me gusta Eminem, así como no me gustan los mangos.

-...De pronto ya no me da vergüenza que hayas visto mis tweets. Tienes buen gusto, Minnie.

Ambos sonrieron con complicidad. Y, como siempre les sucedía, el tiempo se congeló en un mundo donde solamente existían ambos hasta que el celular de Jimin sonó con el tono de un nuevo mensaje.

Tae:

¿Qué es eso, Jimbo?

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