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Se encontraron en un parque cercano al departamento de Jimin para su comodidad. Yoongi llevaba su propio auto para poder transportarse con más confianza por la ciudad; tenía planeado llevar a Jimin a una heladería Baskin Robbins y hablarle sobre sus planes de que el chico escribiera su propia canción.
Eso no se consideraba cita, ¿verdad?
Bajó de su lugar y recargó su cuerpo en el auto mientras miraba a Jimin salir de aquel complejo de departamentos lujosos; se veía muy tierno con su suéter amarillo y su beanie negra contrastando con su piel blanca. El menor le sonrió al verlo frente a su puerta.
—No tenías que venir por mí, hyung, has hecho mucho por mí—
—No es molestia, Jiminnie—
Yoongi abrió la puerta del copiloto para Jimin y él, gustoso y con un hermoso sonrojo, subió al auto, emocionado por pasar otro día con aquel hyung.
Ambos se colocaron el cinturón de seguridad y el mayor arrancó el auto.
Jimin no pudo evitar pensar que se veía sumamente atractivo manejando, concentrando su mirada en el camino, lamiendo sus labios algunas veces y apretando el volante con sus grandes y pálidas manos.
Al llegar, Yoongi volvió a abrir la puerta para él y tuvo que evitar sujetar su cintura cuando entraron al enorme local. Pidió subir al segundo piso para que, de ser posible, ningún reportero o paparazzi los grabase o llegara a molestarlos.
—Si deseas podemos ir a otro lugar, hyung—
—No, está bien. Si algún medio llega a publicar algo, podemos decir que estamos trabajando en mi nuevo álbum—
—Lamento si te doy problemas—
Yoongi negó con una sonrisa y lo miró a los ojos —No das problemas, Jiminnie. Todo estará bien conmigo, ¿sí?—
Mientras Jimin disfrutaba de su helado de chocolate y fresas, y Yoongi degustaba uno simple de uva, este último acercó su celular hacia Jimin, revelando un montón de frases en la aplicación de notas.
Jimin comenzó a leer y Yoongi tuvo que evitar reír al ver que sus manitas no podían sostener por completo su teléfono.
—So Far Away—
—Es una de las canciones que he estado preparando en solitario—
—Es hermosa, hyung—
—Quiero que me ayudes cantando el coro—
Jimin lo miró y sintió un escalofrío en los brazos al ver una pequeña sonrisa socarrona en los labios de Yoongi.
Yoongi continuó —Por ahora necesito la guía, y tu voz va perfecta con la idea que tengo sobre la canción. Tómalo como un ensayo de lo que trabajaremos y así nos hacemos una experiencia de lo que es trabajar juntos ¿qué dices?—
—Sería un placer, Yoongi-hyung—
—Gracias. Ahora, sobre tu trabajo... ¿ya has pensado en algo?—
Jimin dio otro bocado de su helado y asintió —Me gustaría que fuese una balada. He hecho cosas un poco más atrevidas y me gustaría dar otra cara de lo que soy, algo suave ¿me comprendes?—
Yoongi asintió, tomó una cucharada de su propio helado y ajustó la gorra sobre su cabeza —Entiendo. Algo que saque el potencial de tu voz dulce, perfecto. Me dijiste que has intentado alguna vez escribir canciones, ¿por qué no escribes algo para la canción que quieres?—
—Lo intenté en el pasado, hyung, cuando apenas era trainee y tenía inspiración, pero hubo ciertos eventos en mi vida que me hicieron perder la motivación en ello. Ya no hay inspiración, es como si estuviese bloqueado—
—Te ayudaré con ello, en ese entonces—
Terminaron de comer entre temas irrelevantes, risas y pequeños y sutiles coqueteos.
Yoongi volvió a pagar la cuenta por completo.
—Me gustaría mostrarte un lugar, ¿tienes tiempo?— Preguntó el mayor una vez estuvieron arriba de su auto de nuevo. Jimin asintió con una tierna sonrisa y Yoongi, a pesar de que estaba mal sentirlo, realmente tenía ese pesar en el pecho de pensar que estaba llevando a su menor a una cita.
Llegaron a una cafetería grande en el centro de Seúl, con luces pequeñas adornando el edificio de tres pisos y dándole una apariencia cálida y hogareña.
Entró detrás de Yoongi, saludando a algunas chicas y chicos que gritaban levemente su nombre. Vio a su hyung hablar con la chica cajera y luego a un hombre más alto que ambos.
—Jimin, él es Geumjae, mi hermano mayor y dueño de la cafetería—
Jimin hizo una reverencia —Es un gusto conocerlo, hyung—
El mayor sonrió ampliamente, correspondiendo el gesto y habló con una voz que a Jimin casi le hace estremecer —Es un gusto, Jimin-ssi. Soy un gran admirador de tu música—
—Muchas gracias hyung—
Bueno, Yoongi definitivamente iba a ignorar ese tono carmín en sus mejillas.
Luego de conversar un buen rato, el hermano mayor de Yoongi le dio a éste un conjunto de llaves; su hyung lo guió por un pasillo y luego a unas pequeñas escaleras que daban al tercer piso. Al abrir la puerta, Yoongi dejó entrar primero a Jimin y cerró la puerta tras él.
—Es mi lugar de inspiración— dijo en voz baja mientras Jimin admiraba la vista. Era una terraza amplia que tenía a su alrededor plantas, luces en el techo y bancas para disfrutar la vista. —Mi hermano no lo abre a pesar de que tiene condición para clientela, ya que, como has visto, la cafetería es bastante grande, así que lo tomé como un lugar personal—
Jimin lo miró sorprendido —Y, ¿está bien si estoy aquí? Es tu espacio, hyung—
—No me importa compartirlo contigo, Jiminnie—
El menor sonrió avergonzado, haciendo que sus ojos se convirtieran en medias lunas —Gracias—
Ambos se acercaron al barandal verde que protegía el lugar, se recargaron y cada uno concentró sus miradas en distintas cosas: Jimin en los autos, las personas y el ruido. Yoongi en lo brillantes que se veían los ojos pequeños de Jimin.
—Este es mi lugar de escritura; está separado del estudio, pero cerca de mi departamento. Aquí es donde la mayoría de mis trabajos son creados—
—Es hermoso— Jimin susurró casi para sí mismo.
Yoongi miró con fascinación al menor —Bastante hermoso...—
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Sweets to the sweet | ym
FanfictionDonde Yoongi es el rapero más pesado de Corea, Jimin la dulzura idol de la nación y nadie se espera que estén enamorados. -abo / omegaverse -fluff / comedia / smut