Gumiya - no puedes hacer esto ¿trabajo por una semana? Debes estar bromeando - susurraba con tanta furia como para romper en trozos pequeños cada parte del restaurante.
Gumiya - me encontraba discutiendo en la cocina con el abuelo, aunque ni siquiera podía gritar con libertad, puesto que el almacén de la comida estaba justo detrás de nosotros, y lo único que me separa de ese estúpido rubio que justo ahora busca la carne, es la fina puerta de madera que el abuelo no se ha dignado a cambiar desde la era de los dinosaurios.
Kubo - ¿por qué actúas de esa manera? - preguntó más molesto que confundido, revolviendo sin apuros los fideos - solo estará aquí una semana, además, sabes que él cocina muy bien - dejó a un lado su vieja cuchara de madera y me dejó observar sus pequeños ojos molestos.
Era una pasa con ojos casi cerrados y cejas apenas visibles; ya me costaba trabajo tomar en serio sus excusas que, usualmente, son bastante torpes.
Gumiya - ese tonto solo nos retrasará y te hará perder dinero - normalicé el tono de mi voz y, aún con molestia, aventé mi trapo sobre la barra donde el abuelo suele picar las verduras.
Me daba bastante igual que Len escuchara, pues para empezar, no me ha pedido disculpas, y sinceramente creo que no se ha sacado a Rin de la cabeza, lo cual ya lo hace más tonto de lo que suele ser.
(...)
Rin - Me sentía muy cansada, con los ánimos por los suelos y con esperanzas de llegar rápido a casa para tomar una enorme tasa de café.
Gumi me había avisado que iría a la inaguración de un restaurante de ramen cerca de la escuela, así que de nuevo y como últimamente ocurría, me iría sola a casa; y tampoco es que tuviese muchas ganas de hacerle la plática a Gumi, menos con lo escandalosa que suele ser, así que por el día de hoy sería un pequeño descanso para mí. Pero cuando buscaba algunos yenes en mi mochila para comprar algo de comida en el primer puesto ambulante que encontrara, me topé con Nero y detuve mi paso.
Creo que no le agrado mucho, supongo que yo tampoco me caería muy bien, quizá lo alejé de su amigo...
Mi mente se inundó de culpabilidad en milésimas de segundo, pensaba en que seguramente había hechado a perder un poco la amistad que él tenía con Len, ¿aún son amigos? Si no fuese así, me sentiría aún peor.
Nero - ¿nos vamos juntos? - me invitó amablemente, lo cual me sorprendió por completo - justo hoy pasa por estas calles un señor que vende un takoyaki genial.
¿incluso sabe cuándo pasa por aquí? Comenzaría a juzgar un poco, pero no estoy en posición...
Asentí con la cabeza, intentando mostrar una curva en mis labios que seguro parecía cualquier otra cosa menos una sonrisa. Y así comenzamos a caminar juntos, en silencio aunque no incómodos, poniendo atención a toda la calle por si el señor del famoso takoyaki pasaba por aquí.
Nero - creo que ya no charlas mucho con Len - rompió el silencio con un tema del cual claramente yo no quería hablar.
Rin - creo que tenemos nuestras diferencias - excusé sin apartar la mirada de cada paso perezoso que daba.
Nero - ¿bromeas? Parecían tener algunas cosas en común, al menos se llevaban bien - actuaba extrañamente positivo, mientras buscaba con la mirada su adorado takoyaki - creo que has hecho conclusiones demasiado rápido.
Rin - ¿ahora eres creyente? - me burlé aunque no de forma desagradable.
Nero - sí, de hecho - capturó mi atención aunque no mi mirada - creo que te gusta Len.
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zarzAMORa °rin x len° (Temporalmente Pausada)
FanficRin Kagamine recibe la declaración de un chico bastante singular llamado Len, sin embargo este parece no tener sentimientos, ¿qué sucederá? Ambos tienen encuentros frecuentes debido al impulso de Rin por intentar comprender la actitud del chico. Poc...