▓▒░░43. te equivocaste de dirección░░▒▓

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Rin - me la he pasado días intentando acercarme más a Len, pero él parece tan distraído como siempre, que ni siquiera un beso en la mejilla como el de aquella ocasión se ha repetido desde aquél día tan misterioso y, digo eso último porque, por más que le preguntaba acerca de ese lugar, simplemente fingía no escucharme y continuaba la caminata de regreso a casa.

En ocasiones me confunde, no sé si todo va bien o mal.

Gumi - ¡ah ya! - exclamó asustada - ¡se está quemando! ¡Gumiya! ¡haz algo!

Gumiya - ¡qué no se está quemando! ¡así se cocina! - respondió "molesto".

Estábamos en el restaurante de Kubo San, a tan solo dos días antes de la Navidad, ya que Gumiya nos había invitado a comer después de clases

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Estábamos en el restaurante de Kubo San, a tan solo dos días antes de la Navidad, ya que Gumiya nos había invitado a comer después de clases. Por lo que tengo entendido, intenta enseñarle a mi mejor amiga a cocinar, pero yo mejor que nadie sé que ese no es su más grande don; quizá si le enseñara a hacer malabares sería incluso más sencillo. Su escándalo en la cocina solo me hacía sonreír por lo tiernos que se miraban ahí juntos, haciéndome ilusiones y preguntándome si algún día podría hacer algo así con

Nero - Len.

Nero ha estado bastante callado desde hace unos días, casi incluso como Len, por lo que cada que me siento con ellos a comer es como estar en un funeral donde no puedes hacer ni el más mínimo ruido, donde debes pensar mil veces antes de hacer algún comentario o siquiera hacer alguna acción.

¿habrán peleado? De ser así, estaría un poco triste, no solo por eso, sino por que Len no me ha contado nada al respecto.Quizá está molesto porque ahora somos novios, pero no tendría sentido, ellos pasan mucho tiempo a solas en la escuela como siempre.

Len - ¿mh? - citó con desinterés mientras leía el menú de postres que Kubo San había integrado como novedad.

Yo solo escuchaba y observaba atentamente.

Nero - ¿estarás solo en Navidad?

Todo esto comenzaba a ponerme más nerviosa, me hacía sentirme culpable. Es muy obvio que Nero quería invitar a Len a pasar la Navidad juntos, pero yo me he adelantado y he arruinado el momento para ambos, ¿qué debería hacer? No quiero interponerme entre una amistad tan fuerte como la que ambos tienen.

Len - no - seguía con la mirada en el menú - estaré con Rin.

Si conociera un poco más a Nero, podría decir que incluso él comenzó a notarse más preocupado que yo, pero puede ser que solo sea una conclusión demasiado adelantada.

Nada aquí estaba bien. La reunión de amigos estaría un poco tensa hasta que los peliverdes regresaran a la mesa con nosotros.

(...)

Len y yo habíamos decidido pasar al centro comercial después de aquella reunión tan extraña entre amigos, así que eso hicimos. Mientras él revisaba la lista de compras yo me hacía mil preguntas, aunque eso ya no es una sorpresa ¿verdad?

Rin - puedo hacer algún postre con zarzamoras, si quieres - hablé para no hacer más tenso el momento.

Len - Nero me había dejado un mal sabor de boca, un mal presentimiento que no lograba salir de mi cabeza. Pero entonces dejé a un lado la lista de compras que solo estaba mirando por mirar, y la vi, a mi lado, con sus mejillas rosadas y las manos bien guardadas en los bolsillos de su abrigo. Rin no tenía la culpa de mis preocupaciones, ¿cierto? Creo que no he sido justo con ella últimamente, por momentos me olvido que todo esto le resulta complicado y que en ocasiones ni siquiera sabe qué hacer, es que es fácil notarlo. Debería darle más atención...

Entonces con los latidos de mi corazón ya acelerados por mis pensamientos, tomé cuidadosamente su brazo para sacar su mano del bolsillo que la escondía, y la tomé; estaba tan helada que me dio escalofríos por todo el cuerpo, debo aceptar, pero espero que el calor de mi mano pueda ayudar un poco...

Len - lo que sea estará bien...

Mh... Me estaba gustando cada vez más cuando sus mejillas enrojecían...

Claramente dos kilos de zarzamoras eran necesarias para pasar la mejor Navidad del mundo, y nadie puede demostrar lo contrario, aquél que lo haga se las verá conmigo... Bueno no, pero sí... Bueno, quería zarzamoras.

Rin - solo faltan dos cosas - anunció mientras tachaba las cosas de la lista.

El carro estaba lleno de cosas, mi billetera no tanto, pero no dejaría que ella pagara, eso sería tonto, ¿no?..

(...)

Hoy sería la cena, el pastel de zarzamoras y... La cena, claro. El pastel y el pastel.

Rin - deja de mirar cómo revuelvo la masa y limpia las zarzamoras - interrumpió mis fantasías.

Len - que lo haga Café...

¿es normal que Café haya gruñido ante mi comentario? No es justo. No me quedó de otra más que dar un pesado suspiro y obedecer a la pequeña rubia.

Era un día perfecto, un día que hace mucho tiempo no sentía de esta manera. Aquél exquisito olor desde la cocina y el calor de la calefacción. Sí, podía verlos, los copos de nieve caer y acumularse en el marco de la ventana, seguramente envidiando mi comodidad aquí dentro.

Leche y Café corrían felices alrededor del árbol que Rin me había convencido de comprar y decorar junto a ella, casi se cae cuando pone la estrella, pero quedó muy lindo ¿verdad? Le puse estrellas pequeñas por todas partes porque eso solía hacer mamá, también puse esa aburrida y solitaria piña de pino que ese torpe ponía siempre a lo alto del árbol, del lado derecho, casi debajo de la estrella en la punta. Si omitía ese detalle supongo que no sería lo mismo...

"Toc toc" fue más o menos el ruido que arruinó toda la armonía y emoción que había dentro de mí por primera vez desde hace mucho tiempo.

Len - yo voy... - sequé mis manos con un trapo y dejé las zarzamoras a un lado.

Rin - igual no podría ir yo... - pronunció agobiada mientras luchaba a puño limpio con la masa, observando sus manos llenas de esa cosa.

Creo que sonreí un poco por eso...

Abrí la puerta.

- ¡ah! - gritó eufórico, mostrándome una sonrisa de oreja a oreja.

Lo miré de arriba a abajo, noté sus manos temblorosas y sus zapatos llenos de nieve. Su traje tenía una mancha de café.

- ¡ho-hola! - parecía que no podía ni hablar por la "emoción" - t-tú... No sé qué decir. Eres ya un poco más alto que yo - me miró de arriba a abajo con entusiasmo - ¿c-cómo estás?

Esa sonrisa me fastidiaba.

Len - creo que te equivocaste de dirección - pronuncié gélido.

- ...¿eh?...

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Comentarios estrella en el próximo capítulo.

Capítulo 44 hoy.





zarzAMORa °rin x len° (Temporalmente Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora