Prólogo

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Él nunca había sido un hombre común, la mayoría de los "comunes" sólo deseaban formar un familia y lo conseguían, trabajaban hasta su retiro y después de ello, disfrutaban a sus nietos y convivían más con su familia, pero como se dijo anteriormente, Severus Snape estaba demasiado lejos de ser ese hombre normal.

Él siempre había tomado grandes riesgos durante su vida, pero éste, estaría gravada en su memoria. Había tardado mucho en tomar esta decisión y no pensaba acobardarse estando a un paso de vivir esto tan "al extremo"

Estaba en un callejón solitario, a falta de luz, sólo se podía observar su rostro pálido, pues sus oscuros atuendos se mezclaban con la negrura de la noche.

"Tú puedes, Severus, no hemos llegado hasta aquí para que huyas al último momento" Trataba así de darse ánimos, pues lo único que necesitaba era salir se ese callejón y aventurarse a examinar ese lugar y después buscar a su víctima.

"Su víctima" eso era lo único que lo había traído a ese lugar, nada le interesaba mas que encontrar a ese ser y hacerlo víctima de sus demonios.

Todo por una causa.

¿Buena? no, ¿justa? la injusticia los rodearía, ¿noble?, sólo los idiotas pensarían eso.

Estaba ahí por algo, y no se iría sin haberlo conseguido...

Porque su Señor se lo había ordenado.

¡¿Quién demonios me envía estas cartas?! #2 CASSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora