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"Empieza una revolución"

Nate

El motor de mi auto rugía con fuerza mientras hacía mi camino al lugar donde residía la peor basura que conocía.

Estacioné con un movimiento brusco en la acera del frente de esa maldita mansión dónde Allyson había pasado los días y noches más oscuros. Sabía que él tenía algo que ver en esto, debí saberlo, él no se detendría, la buscaría hasta encontrarla.

Otra vez le había fallado a Ally, prometí cuidarla, pero dejé que su propio miedo me espantara a mí también, no fui lo suficientemente fuerte.

Mis pasos resonaban y una vez que estuve frente a la puerta, entré sin tocar ni anunciar mi llegada. Parecía no haber nadie, de hecho, la paz reinaba en la casa.

Caminé un poco más hasta llegar a una sala, donde el tintineo de un vaso me hizo entrar a averiguar de qué se trataba.
Sentado en un gran sillón estaba Blake sosteniendo un vaso de whisky con hielo y fumando un habano.

Me miró y solo lanzó el humo de su boca al aire, lucía tranquilo mientras yo era un torbellino de furia.

—¡El hijo de Dave Thomson! ¿Qué te trae por aquí?

—¿Dónde está Allyson? ¡Dimelo ahora!

—Creía que era yo el que no sabía donde está Allyson, no tú.

—No te hagas el estúpido, sabes que ella desapareció y estoy seguro de que fuiste tú. Ahora, es mejor que me digas dónde la tienes.

—Tú no puedes entrar a mi casa como si nada y exigirme, ¿sabes con quién estás hablando?

—Sí, con el maldito corredor de autos, secuestrador, abusador, que no tiene las pelotas suficientes para dejar en paz a una chica.

—Tú lo que estás buscando es una pelea y no te conviene, pensé que ya habíamos hablado de esto.

—¡¿Dónde está Allyson?!

—Buscala todo lo que quieras no la vas a encontrar, es mía y me la llevaré del país antes de que salga el sol y no volverás a oír de ella jamás.

—La policía se encargará de hacer un rastrillaje, no saldrás de ésta tan fácil, todo el mundo, todos los medios se enterarán, se acabó tu prestigiosa carrera.

—Es tú palabra contra la mía, no tienes pruebas.

—Pero tengo muchos testigos.

—¡Tú no harás nada hijo de perra!

Blake se lanzó a mí dándome un puñetazo que no tardé en devolverle. Así una lucha de puños y patadas comenzó entre nosotros. La ira por parte de ambos era palpable en el aire.

No iba a parar hasta encontrarla, cueste lo que cueste, Blake no se saldrá con la suya.

Trastabilló en un momento y aproveché para salir directo a mi auto, ya no me importaría nada, la vida de Allyson estaba en peligro.

Solo espero tener el tiempo suficiente para lograrlo.

Mientras conducía a casa encendí el manos libres y me contacté con la persona que siempre está para apoyarme sin importar qué.

—Hola Nathaniel, ¿qué hay hermano?

—TJ, en cuánto crees que puedes llegar a mi casa.

—¿Es urgente?

—Muy.

—Considerame allí en este momento.

                        ***

Silencio ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora