Silencio ©

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"Un día decidí elegirme. No he mirado atrás desde entonces"

Especial 1/2

Allyson

La pajilla de mi refresco resonaba contra el final del vaso, produciendo ese sonido hueco que indica que te quedaste sin bebida.
Me encontraba sentada en una bonita mesa bajo una palmera artificial, en compañía de una divertida pelirroja que parloteaba acerca de unos zapatos de tacón que combinarían muy bien con su regalo.

Sam y yo habíamos pasado todo el día juntas, desde un principio su intención era comprarme un vestido como regalo de cumpleaños, pero habíamos estado yendo de tienda en tienda, mientras ella también compraba lo suyo, para terminar con una sesión de spa y una bebida en el patio de comidas del centro comercial.

Había sido un día espléndido, como nunca, todo era casi nuevo para mí, admito que al principio me costó un poco, pero Sam era tan agradable que adquirías confianza rápidamente.

-...siempre me gustaron, pero mi mamá dice que me veo como Bambi aprendiendo a caminar con ellos -decía Sam -. Ally, ¿me escuchas?

-Sí, perdona.

-Estás dispersa, ¿en qué piensas?

-Solo estaba disfrutando de esto, no recuerdo cuando fue la última vez que salí de compras con una amiga, y solo estar allí, riendo, tranquila, sin miedo.

-Te prometo que habrá muchas salidas como ésta -dijo tomando mi mano -. Mi hermano me pidió que volviéramos temprano.

-Nate me protege y todo eso, pero no tengo apuro de regresar, Carly estuvo todo el día afuera, no creo que haya regresado.

-Creo que me dijo algo sobre que te quedaras a cenar en nuestra casa.

-De acuerdo.

-Bien, vamos ya, no te olvides mi regalo.

-Claro que no, me encanta.

-¿Y si te lo pones ésta noche?

-Pero solo cenaremos en casa, no quiero arruinarlo.

-Oh vamos, hay que verse bonita en cualquier ocasión, además a medianoche ya será tu cumpleaños, que mejor forma de empezarlo luciendo increíble en ese vestido.

Después de todo, ella me lo había comprado, no me podía negar a lo que me pedía.

-Está bien.

-¡Sí! Ven conmigo.

Me guió a un centro de estética donde me peinaron y me maquillaron suave. Me parecía algo excesivo, después de todo nunca fui el centro de atención, no me gustaría que la familia de Nate se hiciera una idea equivocada de mí.

-¿Qué sucede Ally? ¿No te gustó el peinado? -preguntó Sam.

-No es eso, me encanta, solo que no quiero exagerar, suelo pasar desapercibida y...

-Olvidate de eso -hizo un gesto con su mano -. Que te arregles y te consientas a ti misma no tiene nada de malo ni te hace parecer algo que no eres, te sientes bien con esto, luces hermosa, entonces ¡al diablo con todo aquel que te rotule! Ellos no saben nada de ti, nosotros y tú más que nadie sabes quién eres.

Apenas terminó de hablar la abracé fuertemente. Sabía que todo esto era un proceso y sería lento recuperarme de todo lo que había pasado, pero me alegraba saber que contaba con personas tan maravillosas como ésta chica.