Maestros del engaño

Capítulo 21

Cúbiculo A-113 , Departamento Policial de Zootopia.

8:35 a.m.

-Jud...¿Tienes un momento? Necesito hablar contigo. -Jack, más tranquilo después de media hora, tocó la puerta de la pequeña oficina de Judy, la cuál estaba cerrada con seguro.

-Qué extraño...-Le sorprendió un poco no recibir la respuesta alegre de ella invitándolo a pasar. Debía estar ahí tomando nota de su misión del día.

La reunión de Bogo ya había acabado hacía más de media hora y como él no formaba parte de ella, suponía que Judy había estado presente. Aún no se acostumbraba a la manera de trabajar de ese departamento, que tanto había cambiado desde que él se fue de ahí, por eso tampoco sabía que la coneja tenía libre los domingos.

Lo cierto es que no había sabido nada de ella desde el día anterior. Prácticamente se esfumó...o quizás él había estado muy ocupado en sus cosas como para prestarle atención y tampoco la había visto saltando por ahí en la recepción.

¿Cómo le habría ido con su caso secreto y su nuevo amigo?

-Tal vez ya salió a patrullar y no la vi...¿Y sí llegó tarde otra vez?- Le preocupaba que ella comenzara a descuidar su trabajo solo por seguir pistas de un minúsculo caso- Garraza debe saber dónde está y a qué hora regresa.

Fue directo al salón principal por el ascensor, con sus bolsillos libres ahora que ya había guardado el collar en su maletín.

Tuvo un momento para meditar: Por un lado, era una desventaja enorme que le quitaran parte de los recursos para resolver el problema con el Clan de los Zorros Calvos y El Fabricante, el supuesto muerto, pues ahora le tomaría el doble de esfuerzo y de tiempo completar la misión y no se podían dar ese lujo, el movimiento de esos zorros de pronto era más visible y detectable y con la noticia de que podían estar tramando algo grande no era un asunto para tomarse a la ligera ¡Pero claro! La ZPD no estaba al tanto de las cosas como lo estaba él...si al menos alguien le diera su apoyo podría acabar más rápido pèro nadie le creería...nadie excepto Judy Hopps.

Con ella a su favor, es dónde nacía la parte positiva de su restricción en el tema de los interrogatorios. Ella podría informarle de qué se hablaba en la sala de juntas cuando él no se encontraba presente o averiguar sobre el tema para después compartir información, incluso podría enseñarle el paralizador y contarle sus sospechas y para hacer eso posible debía hablar con ella en privado. Mejor si era afuera del local.

Misión extraoficial y casi fuera de la ley.

Casi consideraba bueno su retiro de la sala de interrogaciones.

-Ja-ack-Habló Benjamín con la boca llena, engullendo tres donas al mismo tiempo, cuando lo vio salir del ascensor encaminándose hacia él. -¿Qué-quería el jefe? Se oía tenso.

-Oh, nada importante- Le contestó distraídamente. Garraza lo miraba con interés, esperando que le contara más.-...solo que van a transferirme de vuelta al ZPD Arenoso cuando cierre los casos que me asignaron.-Se encogió de hombros, fingiendo que no estaba molesto con la decisión tomada.-...y ya no seré el analista de apoyo aquí.

Él suspiró aflojando los hombros y Ben tragó su bocado a la fuerza, impresionado:

¡¿Jack Savage no había explotado de furia por dicho reporte?! ¡¿La bomba de tiempo con orejas largas?! ¡Inaudito!

Finalmente notó que la liebre traía su maletín, ¿Se iba tan temprano?

-Caray...- Fue lo único que logró decir. No estaba seguro sí sorprenderse o asustarse de esa reacción tan pacífica de parte de su roedor amigo. Parecía tranquilo y eso era muy extraño en él, si no lo conociera de muchos años, casi podía creer que se traía algo entre patas, algo no muy bueno.