Capítulo 12

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Animal Print Casino.
(Hora incierta)

Una lágrima silenciosa bajó por la mejilla de Judy mientras ella estaba absorta contemplando la palma rosa de su pata.

"Estoy aquí" .

-N-nick. -Hizo un puño, tratando de ordenar las ideas. -Él...él...
En su rostro se reflejaba la confusión, mezclada con la incredulidad y el enojo, mucho enojo.

La había engañado, la había utilizado y también le había ocultado su plan.
-¿Está fue su brillante treta?-Susurró con el pulso acelerado de la rabia creciente en su interior.-¡¿Infiltrarme como..como prostituta?! ¡Voy a matarlo! ¡Voy a...!

Otra escandalosa victoria fue celebrada en el salón, devolviendo a la oficial, que ya estaba planeando mil maneras de matar al zorro, a la realidad:Estaba encerrada en una jaula colgando del techo mientras felinos de todas clases jugaban y apostaban...Y si todos eran de esa especie, ¿dónde estaba Nick? Era un zorro y ella una coneja, el día anterior les habían dejado muy claro que no se les permitiría entrar...pero al parecer, al muy listo se le ocurrió una manera de hacerlo.

Ella estaba ahí.

Y por la nota escrita en su pata, él también.

Bueno, Judy tenía que reconocer que apesar de que sus métodos fueron los peores y que había jugado con ella casi matándola del susto , era un buen plan.

"Uno que no se le ocurriría a alguien normal. Demasiado elaborado y perfecto...y cínico" -Meditó con una sensación extraña, como si un venda hubiese sido removida de sus ojos y pudiera ver con claridad que algo no estaba bien. Ella tenía sus sospechas desde la primera vez que vio a Nick pero ahora...no sabía qué pensar de él. Un animal común y corriente no podía ser capaz de crear una empresa como la suya. Judy lo había aprendido en su estudio en la academia cuando analizaban perfiles criminales. Y no es que Nick, o los zorros en general, no fuera astutos por naturaleza pero aquello iba más allá de la simple astucia natural.

Tenía que aclarar sus dudas con respecto a él,desenmascarar lo que fuera que le estaba ocultando sin importarle si lo hacía por proteger a Kitty o no... pero primero debía salir de ahí.

Pensaba como una oficial de policía de nuevo.

Volvió a asomarse por las rejas, buscándolo de prisa.

-¿Dónde está, donde está?-Movía los ojos y la naricilla con rapidez pero por más que intentaba localizarlo no lo encontró.

No podía estar mintiéndole, aunque Judy comenzaba dudar de su palabra después del episodio que le hizo sufrir hacía unos momentos, pero creía que no se tomaría la molestia de indicarle que también se había colado adentro a menos que de verdad lo hubiera hecho.

En cualquier caso, ahora que Judy sabía dónde se encontraba y recordaba el apodo del sujeto en la tarjeta, con o sin Nick lo encontraría y resolvería el porqué Kitty van Tousse tenía una cita con él en ese lugar.
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Guarida de el  Terror Helado, Zona Polar.
12:00 a.m (según zona horaria)

Kitty tenía razón al no creer nunca en las amenazas de su marido cuando se molestaba.

En cuatro años que llevaban casados había aprendido a reconocer sus reacciones y saber cuando solo exageraba o cuando hablaba en serio.
En el caso de "sacarle los ojos" a la Madame, naturalmente mentía, aunque si había llegado a lastimarla bastante para hacerla hablar.
La zorra estaba en silencio detrás de él, observando como tomaba con fuerza del cabello a la mayor mientras uno de sus secuaces le colocaba uno de los collares eléctricos. No le gustaban las torturas para hacer hablar a un reo, en su opinión, era de cobardes golpear a alguien que no podía defenderse.

Maestros del engañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora