Capítulo 6.

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Zona Polar, Ubicación desconocida.

8:05 p.m.

La zona ártica compartía límites con TundaTown, de ahí que ambas se asemejaran en el clima. La diferencia era la facilidad con la que la primera era díficil de tránsitar, pues loscaminos se borraban a causa de las tormentas de nieve y la poca visibilidad que se tenía de la cuidad. Por eso era el lugar perfecto para hacer negocios ilícitos entre clanes mafiosos sin que la respectiva ZPD lograra dar con ellos, por mucho que lo intentaran . Lo cual era una ventaja para la venta y compra de mercado negro y al mismo tiempo era el mismísimo infierno, pero congelado, por la cantidad de confictos entre bandas.

Los zorros blancos dominaban el territorio. Pero el verdadero manda más solo era uno, dueño de la mayor parte de la región, un depredador peligroso, que era conocido como "El Terror Helado".

Sin nombres ni apellidos. Los vulpinos no debían tener identidad, por eso solo usaban sobrenombres y así se reconocían entre ellos.

Al líder mayor de esa mega corporación criminal se le dio ese apodo porque solía enterrar vivos a sus enemigos en fosas profundas y cubrirlos de nieve sin dejar rastro, a menos esos eran los rumores, nadie había vivido para contradecirlos.

Anocheció cuando el pequeño coyote marrón llegó al discreto edificio como destino final después de mediodía viajando desde Plaza Sahara hasta Zona Polar .

Casi estrella la motocicleta en la que iba por entrar rápido al estacionamiento. No aguantaba el frío en sus patas delanteras y la nariz le escocía del viento cortante a pesar de llevar casco.

Subió en la oscuridad del lugar por la puerta que conectaba el sótano y se encontró con una serie de pasillos.

Cuando dio con el cuarto que buscaba abrió el cerrojo y se dirijió a una de las paredes laterales del pequeño espacio que antes fuera una oficina.

-El jefe me matará por llegar a está hora.-Murmuró quitándose el casco y aventándolo contra el escritorio de roble.

Tomó una toalla antes de marcar el código digital para abrir una puerta oculta, que estaba en el borde decorativo de la ventana a su lado.

Y así bajó varios escalones en total silencio.

-Buenas noches chicos-Saludó a los guardianes de la puerta blindada, estaban armados y no tenían nunca buena cara.-Marcan las 3:33 y aún no sale el sol

Al recibir la contraseña le saludaron también. Dándole espacio.

Marcó la huella digital y ocular y le dejaron pasar luego de registrarle la ropa.

-¡Suficiente! - Exclamó al sentir que querían tocarle más que inspeccionarle. Sonrió con una mirada asesina y ellos solo rieron maliciosos.

Se introdujó en el gran salón principal, todo estaba como de costumbre: bien iluminado, con música estridente de fondo y las típicas reuniones fiesteras con apuestas ,hembras y mucho licor. Tenía toda la pinta de un Casino.

"Un casino de la mafia bajo un edificio de papelería...Nada extraño".

Entre tanto ruido, escuchó la sonora risa de uno de sus colegas, guardaespaldas de "El Terror Helado". Ahí debía estar él.

Tocó antes de pasar.

-Has regresado muy tarde- Dijo la voz seductora al verle entrar a su salón personal, rodeado de una gran mesa de apuestas de Black Jack y varios tipos enormes y peligrosos,algunos ni eran zorros.

Maestros del engañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora