Maestros del engaño

Capítulo 22

Frente al Hospital Principal de Zootopia Centro.

10:59 a.m.

-¿Hola?

Kitty suspiró al escuchar su voz, que de alguna forma se oía reconfortante.

-Hola, cariño.

-¿Kitty? ¿Por qué me llamas ahora?

"¿Ni siquiera pregunta si estoy bien o cómo estuvo mi viaje? ¡Vaya marido que tengo...!"

No se molestó por su falta de atención con ella, sabía que estaba trabajando en una misión vital para ellos como para desviar el tema en cosas sin importancia.

-Bueno, tuvimos un ligero inconveniente, cielo.-Kitty presionaba su celular desechable entre el hombro y la oreja mientras se subía la cremallera del vestido celeste, idéntico al que usaban las enfermeras del Hospital General de la cuidad.

Era la hora acordada para dar el informe a su esposo. Solo espera que no montará en cólera por lo poco que había logrado en la mañana. Se mordió el labio antes de contestar, alisando con sus garras libres la falda del vestido.

Todo estaba en silencio: Ella sola en el asiento delantero de uno de sus carros, en el copiloto, un ramillete de rosas blancas.

-¿Qué ocurrió?- Frank sonaba impaciente. Debía estar igual de ocupado.

-Un tiroteo en el prostíbulo de A. R. , al parecer ese malnacido de Wilde fue quién lo inició, aunque no pude averiguar con qué motivo lo hizo al menos eso confirma nuestras sospechas de que irá al punto de reunión al que tenía que reunirse con La Madame y el tigre.

-¡Esplendido!- Exclamó con satisfacción. Kitty podía imaginar su deslumbrante sonrisa y ella, por efecto del mismo, sonrió también.- Aunque es un pequeño tropiezo, confío en que ya lo tendrás solucionado,¿Cierto?¿Cuál es tu posición? ¿Y qué planeas hacer?

Movió el retrovisor para asegurarse que su peinado y su maquillaje estuviera correctamente. Llevaba el cabello recogido en un moño con algunos mechones rebeldes y maquillaje discreto.

-No te preocupes por eso. A.R. está en el hospital y estoy a punto de entrar a buscarlo, lo obligaré a hablar, de todas maneras no creo que pueda moverse mucho, está en el área de emergencias, lo que sea que le halla hecho Wilde será mi ventaja para interrogarlo. -Sonrió maliciosa, movió el espejo para tener una imagen de los asientos traseros: Una enfermera cebra inconsciente estaba atada, metida en un saco hasta el cuello y amordazada- Además, tomé prestado un uniforme de enfermería de una amable chica que caminaba por la calle, casualmente ibamos para el mismo sitio- Frank rió sonoramente, aprobando la idea. Kitty lo acompañó con su tono bromista -. Los muchachos me ayudaron a hacerla cooperar, luego los dividí a todos en diferentes puntos del lugar, en caso de que tenga problemas para salir...pero lo dudo, entraré a la recepción y pediré una cita para visitar a algún familiar, una vez que pueda subir, buscaré su habitación como enfermera.

-No esperaba menos de ti, preciosa. De acuerdo, haz lo que tengas que hacer, pero consigue la dirección o tendré que rematar a la Madame a golpes hasta que me lo diga todo.

-Espero que no sea así o no tendremos con que lastimar a Wilde cuando lo capturemos. Sé amable y paciente con la anciana hasta que llegue el momento, ¿Sí?