Capítulo 9.

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—¿Papá?

El hombre frente a sus ojos asintió, le sonreía con dulzura.

—Hola, Eds.

Eddie dejó caer lágrimas silenciosa mientras sonreía. Sin querer recordó Richie.

<<¡No me llames Eds!>>

Y es que solo su padre le llamaba así.

—Papá, ¿como es que...

El hombre negó.

—Tienes que volver Eds, con tus amigos y tu madre— dijo su padre, y se sentó a su lado acariciando su cabello con dulzura—. Se que Sonia a veces puede ser exhasperante, pero te ama, ¿vale?, es su forma de demostrártelo.

Eddie asintió.

—Lo se.

—No tengas miedo de volver Eds, yo siempre estoy a tu lado, aún si piensas que me has perdido, siempre estoy allí para ti.

Su padre se levantó, tenía el cabello azabache y los ojos cafés, como los Eddie.

—¿Cómo lo hago, papá?— preguntó Eds—. ¿Cómo puedo ser valiente?

El negó.

—Tu tienes que encontrar la respuesta Eddie, yo creo en ti— le revolvió el cabello a su hijo con dulzura—. Ahora ve, no los hagas esperar.

—No te vayas...— murmuró Kaspbrak con lágrimas en los ojos.

El padre de Eddie sonrió.

—Nos veremos luego— dijo, y antes de marcharse volteó—. Por cierto, elegiste bien, Tozier se ve buena persona.

Se desvaneció.

Cerró los ojos entre lágrimas.

<<Lo se papá, el problema no es Richie, soy yo>>

Kaspbrak abrió los ojos.

.....

Mike se apareció en la azotea mientras Richie y Bev venían café. Prácticamente habían acampado allí desde ayer, sobreviviendo de café y galletas.

El de piel oscura venía agitado, pero sonriente.

—¡Eddie está despierto, Richie!— exclamó.

El de lentes se levantó de forma automática y miró a Bev como pidiendo permiso para dejarla con los cafés.

—Ve— le dijo ella—. Yo te alcanzo.

Richie y Mike bajaron a prisa las escaleras hasta llegar a la habitación. Dentro ya estaba la madre de Eddie, los perdedores esperaban afuera, nerviosos.

El de lentes choco miradas con Stanley fugazmente, y supo que el judío estaba igual de molesto que el día anterior.

Desvió su mirada hacia Bill.

—C-C-Cuando l-l-la...— Bill estaba nervioso, y cuando estaba nervioso tartamudeaba más, así que Ben salió en su ayuda.

—Cuando la mamá de Eddie salga nos dejarán pasar— informó.

El tartaja miro a Ben agradecido y este asintió.

La señora K tardó un rato en salir, pero cuando lo hizo traía lágrimas en los ojos.

Yo te cuido (Reddie).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora