Richie salió del hospital hasta el estacionamiento, dispuesto a al menos arreglar las cosas con Stanley.
El de risos estaba recargado sobre la pared con los ojos cerrados, como meditando.
—Stan...— habló con cierta cautela.
El chico abrió los ojos y lo enfrentó.
—¿Qué quieres, Richie?
—Sólo...Sólo quería disculparme— habló—. Yo no...no debí tratarte como lo hice es que...
Pero Stanley lo cortó.
—Eso no me importa— dijo, para sorpresa de Richie—. Estaba bien si te impresionaba mi confesión, me daba igual si no querías hablarme por un rato ¿sabes?, incluso si me insultaste. Me dolió un poco, si, porque eramos amigos, pero lo había previsto.
El de lentes estaba atónito.
—¿E-Entonces?
—Heriste a Eddie— respondió fríamente—. No necesitabas hacerlo, pero lo hiciste. El está ahí, en esa cama de hospital, ¡y es por tu culpa maldita sea!. Creía que lo querías, creí que al menos eran amigos.
Richie estaba sorprendido, pero en susurro respondió.
—Yo le quiero— fue un murmullo tan bajito que Stan no consiguió oírlo.
—Vete ya Richie— le pidió el judío—. Y no me hables, ya no somos amigos.
Y al de lentes no se le permitió protestar.
Stanley cerró los ojos, Richie dio media vuelta y se marchó.
.....
Cuando Bill salió al estacionamiento para buscar a Stan llevaba dos vasos de agua en sus manos que la señora K les había conseguido. Por una extraña razón se comportaba más atenta con los perdedores.
Se encontró al judío sentado en el piso con la espalda contra un pilar.
—Hey S-S-Stan— lo saludó. Stanley se puso de pie.
—Bill...— se veía triste, pero le sonrió al tartaja de todas maneras.
—¿Q-Q-Qué sucedió?— le preguntó Bill, posicionándose frente a el.
—Terminé con Richie— comentó riendo, pero era una risa amarga.
Entonces el tartamudo se atrevió a hablar, a preguntar algo que no lo lo dejaba en paz.
—¿T-Te g-g-usta E-Eddie?
Stanley lo miró sorprendido, casi asustado de que su amigo lo supiera, pero luego asintió.
—Por eso peleamos Richie y yo— habló—. Creo que no le gustó la idea de que su amigo fuese un "marica".
Bill negó.
—Creo q-q-que está b-bien.
Stanley le sonrió.
—Gracias, gran Bill.
El tartamudo consideró que Stanley se veía hermoso, aún con sus ojitos rojos por llorar. Su cabello risado, sus labios rosados...oh, sus labios, era algo que no podía evitar ver.
Una idea vino a su mente.
—E-E-Espero que me perdones— susurró a Stan, al tiempo en que unía sus labios con los de el y dejaba caer ambos vasos de agua.
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Yo te cuido (Reddie).
FanfictionDespués de haber derrotado a Eso, las crisis asmáticas de Eddie se vuelven más regulares y aunque el trata de ocultarlo, finalmente sale a la luz cuando esta con Richie. El club de los perdedores a hecho una promesa, pero Richie y Eddie también han...