Yo te cuido (Reddie).

Capítulo 17.

Los chicos finalmente se reunieron en el hospital, la habitación de Eddie para ser precisos.

Se dedicaron un rato a ver y comentar los comics de superman que traía Ben, y una superficial discusión entre el y Stan por quién era mejor, si batman o superman, la cuál acabó en risas.

Sin embargo, existía cierta tensión nerviosa entre las dos parejitas oficiales, que dirían prácticamente a Ben y Mike, que eran pareja.

Bill y Eddie estaban algo nerviosos. Stan solo tenía una sonrisita en el rostro que aún cuando discutió con Ben, nunca desapareció. Y Richie...bueno, Richie parecía que cuando estaba nervioso reía fuera de lugar, una risa forzada, porque lo estaba haciendo mucho.

—¿Qué les sucede, chicos?— preguntó Bev, una sonrisita traviesa dibujandose en su rostro—. Están sospechosos.

Los chicos se tensaron. Richie y Eddie se tomaron de la mano por debajo de las sábanas.

Estaban alegres porque Beverly parecía haber "superado" lo de Belch, o al menos que lo estaba llevando bien. Bev tenía una linda sonrisa, solía ser el alma de la fiesta, la hermana de todos. Nunca podrían perdonarse el perderla.

Stanley se levantó del suelo sonriente, levantando de la mano a Bill, que estaba rojo de vergüenza.

—¿Qué le pasa a Stan?— susurró Richie al oído de Eddie.

El pequeño simplemente se encogió de hombros.

—Bill y yo somos novios— dijo el judío y seguido de esto lo besó de sorpresa.

El tartaja se quedó estático, más rápidamente tomó el ritmo del beso.

Una ovación se escuchó por parte de la pelirroja.

Cuando Stan y Bill separaron sus labios, juntaron frentes y sonrieron.

—N-No se q-que bicho te a p-p-picado— le susurró Bill, para luego mostrarle una dulce sonrisa—. P-pero me g-g-usta este S-Stan.

El aludido ensanchó su sonrisa.

—Te gusto en todas mis formas— se jacto.

Bill rió.

—T-Tienes razón.

—¡Ya busquense una habitación!— les gritó Richie.

Todos rieron al ver como la pareja se sonrojaba, más Stanley le sonrió a Richie con astucia.

—También ustedes deberían buscarse una— le dijo.

Richie fingió que se atoraba con su saliva, mientras que Eddie bajó la mirada a las sábanas en lo que sus mejillas se teñían de carmín.

—¿Ustedes también?— Ben estaba atónito.

Mike rió mirando a Ben.

—¿Enserio nunca lo sospechaste si quiera?, son bastante obvios.

Ben simplemente negó boquiabierto.

Beverly por su parte, dibujó en su rostro una sonrisa maliciosa.

—¿Por qué no lo demuestran?— preguntó—. Stan y Bill lo hicieron.

—¿Eh?— ahora Eddie estaba sonrojado hasta las orejas.

Richie se levantó de la camilla, y bajó a Eddie tomándolo de la cintura.

—Yo...

El de lentes no pudo hablar, sorprendentemente fue el más pequeño quien tomó la iniciativa juntando sus labios mientras ponía los brazos alrededor del cuello del más alto, y este apretaba el agarre de su cintura, disfrutando del tacto dulce e intenso. Nunca se habían besado así.