Capitulo 18.

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Cuando Ben lo encontró, Mike estaba ensimismado lanzado eno y golpeando todo lo que se encontrara a su paso. Parecía frustrado, y Ben ladeó la cabeza algo triste.

Sin embargo no se acercó, no enseguida. Se dedicó a observarlo de lejos, escondido entre los montones de eno del lado contrario.

Mike tenía unos bonitos y centellantes ojos chocolate. Se sonrojó dibujando en su rostro una pequeña sonrisa.

¿Podía...podía quererle de la forma en que lo hacía?, ¿tomar su mano?, ¿...besarle?

Tal vez Beverly tenía razón. Era su vida y nadie más la viviría por él, por lo que si no lo hacía ahora, si no se acercaba a Mike ahora, sería el único que cargaría por siempre con su arrepentimiento.

—Seas quién seas, no sabes esconderte— el de piel oscura habló sin voltearse y Ben pegó un brinco.

El más bajito salió avergonzado de entre los montones de eno.

—Lo siento.

Mike se volteó atónito al verlo, aunque enseguida frunció su expresión.

—¿Qué haces aquí, Ben?— desvió la mirada—. Deberías estar con Bev ¿o no?

Ben medio sonrió cohibido.

—Este es el único lugar donde debo estar, Mike— dijo, y ante la atenta del aludido avanzó, acortando las distancias—. Y tú eres la única persona a la que quiero besar.

Sin embargo, Mike negó con la cabeza.

—Esto no es un chiste— dijo, suspirando—. Yo no...no te entiendo Ben...Te quiero, pero no quiero que juegues conmigo.

Se volteó para continuar su tarea. Ben sintió como lo perdía.

—No estoy jugando, Mike...

—No es necesario que finjas que me quieres.

—¡Y no lo hago!— gritó, ganándose una mirada sorprendida del contrario—. Toda mi vida a sido fingida, finjo que comer me hará olvidar los problemas, finjo que no extraño a mi padre, fingía que no me dolía no tener amigos... ¡Me cansé de fingir!, lo único que no he fingido es mi amistad con ustedes, ser uno de los perdedores es lo mejor que pudo haberme pasado...Ash, quería fingir que me gustaba Bev, quería ignorar lo mucho te quiero, más ya no lo haré. Te quiero Mike Hanlon, ¡te quiero ¿vale?!

Mike se acercó, se miraron un instante y luego mostró una pequeña sonrisa.

—También te quiero.

El beso que llegó a continuación ninguno de los dos lo olvidaría jamás.

......

Belch pedaleaba por las calles ya oscuras de Derry, en sus ojos había un brillo aterrador y demencial. Sus ropas, cara y manos tenían restos de sangre. Llevaba un cuchillo entre los dientes.

Escapar no había sido nada sencillo, había tenido que llorar un poco que tenía hambre, para que un joven ingenuo lo dejara salir de la celda. Entonces dio con el cuchillo, y luego el trabajo fue bastante sencillo. Desde deshacerse del oficial Petey hasta robar una bicicleta.

Ahora se dirigía hacia el hospital. Por fin cobraría su anhelada venganza, aunque, esta vez no se contendría.

Iba a asesinarlos a todos, a esos malditos perdedores. Empezaría por la zorra, o tal vez por el de anteojos. No lo sabía con exactitud, sin embargo pensar en ello le hizo sonreír.

Yo te cuido (Reddie).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora