Capítulo 14.

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Bill quedó suspendido en el aire ante la proposición de Stanley y lágrimas se acumularon en sus ojos, pero eran de pura emoción.

—Qué dices, Bill, ¿quieres ser mi novio?

Se abrazaron.

—Si, Stanley, si quiero— sonrió y juntaron sus frentes, sus corazones latiendo a mil por hora.

El judío acarició el cabello del tartaja, mirándolo con absoluta ternura.

—Te quiero Bill, te quiero muchísimo.

—Y yo a ti, Stan.

....

Richie no despertó sino hasta pasadas las diez de la mañana del día siguiente, tenía una manta sobre los hombros y un gran charco de su propia baba bajo sus labios.

—Iugh, Richie, limpiate eso— escuchó la voz de Beverly y se despertó completamente de golpe.

—¡Eddie!

La pelirroja rió ante la reacción del de lentes.

—El esta bien, baboso, está en su habitación bien despierto ahora mismo— le dijo—. Ve, el te espera.

Richie la miró mal.

—Debiste despertarme.

—Y perder la apuesta de cuantos litros de baba podían salir de ti, ni en sueños— rió Bev—. Mike y Ben me deben 3 dolares.

Richie bufo riendo.

—Pues exigo el 60%

—Ni en tus sueños cuatro ojos.

El de lentes sonrió un poco y corrió en dirección a la habitación de Eddie. Abrió la puerta y aún colgaban del techo las grullas de papel. Sonrió y miró Eddie.

—¿Cómo estás, Eds?— le preguntó.

—Bien, ahora que estás aquí— respondió este y abrió los brazos.

Richie le abrazó con fuerza pero cuidando de no lastimarlo y Eddie se aferró al de lentes.

—¿Y Bill cómo está?— preguntó, una vez se hubieron separado.

—Bien, con Stan— respondió Richie, poniendo una sonrisa pícara—. Ya sabes, ellos...

El asmático asintió interrumpiendole.

—Lo se.

Miraron los labios del otro y al segundo estaban uniendolos en un dulce beso, como un baile del que solo sus labios conocían los pasos.

Eddie indicó a Richie que se acostara junto a él y este lo hizo, entrelazaron las manos, ambos con la vista en el cielo de grullas de papel.

—Gracias por estar aquí, Rich— le susurró Eddie, acariciando su mano.

—No me lo agradezcas, bobo— rió Tozier, pero luego le sonrió al pequeño con dulzura y ambos voltaeron las cabezas para mirarse a los ojos—. Yo te cuido, lo sabes ¿no?

—Lo se.

.....

Beverly salió del hospital a paso rápido, dispuesta a traer ropa nueva para todos los perdedores, pero sus planes se vieron frustrados al encontrarse con el nuevo demonio de Derry, Belch, y su panda de bestias. Parecía que la estaba esperando.

Yo te cuido (Reddie).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora