Capítulo 13.

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11:06 p.m

Una camilla pasó a toda velocidad por delante de Eddie, que estaba tomando un jugo con una pajita sentado en su silla de ruedas mientras era vigilado por la amable enfermera Teresa.

Su cuerpo se paralizó al ver al chico de la camilla, era Bill...

En un acto de reflejo se puso de pie y cayó al suelo, ya que su pierna estaba vendada aún y sin posibilidades de poder caminar.

La enfermera corrió a socorrerlo, Eddie comenzó a jadear.

<<No...no un ataque de asma, ahora no>>

Pero no podía detenerlo, se estaba ahogando. La enfermera pidió ayuda, aunque para Eddie la voz de ella sonaba demasiado lejana.

¿Por qué?, ¿por qué tenía que ser tan débil?

Todo se desvaneció ante sus ojos.

.....

11:44 p.m

Los perdedores estaban en la sala de espera otra vez, sus cuerpos tensos, nudos en la garganta y el corazón a mil por hora.

Richie quería llorar, particularmente no se consideraba un llorón, pero quería hacerlo. No podían, no podían arrebatarle a Eddie, no ahora que al fin estaban bien. Quería verlo sonreír, mirarle a los ojos y decirle que lo único que quería era verlo ser feliz, quería un beso de el y una abrazo donde ya jamás tuvieran que separarse.

Y entonces lo descubrió, amaba a Eddie Kaspbrak.

.....

11:56 p.m

Stanley, en la otra esquina de la habitación, se encontraba sumergido en su propia marea de pensamientos.

Todo iba tan bien, todo estaba mejorando, ¿por qué tenía que pasarles esto?.

Tal vez era una especie de maldición que IT había dejado para siempre en ellos, tal vez solo estaban destinados al dolor, tal vez simplemente no podían ser felices...

Y en cuyo caso, ¿qué sentido tenía vivir?

Miró hacia los pasillos, donde Bill peleaba por su vida y Eddie también, luego a los losers, sus amigos, e incluso a Richie, y su pregunta se respondió sola.

Ellos, ellos eran su sentido, su motivo y su razón, Bill lo era...

Nunca se perdonaría el abandonarlos.

.....

2:33 a.m

Bill abrió los ojos con pesar, sus párpados pesaban toneladas.

Estaba vivo, mierda, ¡vivo!

Estaba vivo, ¿cierto?. Miró a su alrededor, su vista comenzó a aclararse hasta poder notar que se encontraba en una habitación de hospital, además, le dolía todo el cuerpo.

Definitivamente estaba vivo.

Se levantó con cierto pesar y un doctor se le acercó para revisar sus signos vitales.

-Tranquilo, joven Denbrough- habló el médico-. Estás en el hospital, ya estás a salvo.

El tartaja miró al médico.

Yo te cuido (Reddie).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora