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Maratón 9 3/4... digo 4/4. Lo siento necesitaba ponerlo :v

   Pude escuchar como los latidos de Lena se incrementaban y su respiración se agitaba. Tenía el apellido Luthor y eso no es nada bueno para Lena.

   —Estará llegando en un momento—explicó Maggie, mientras se levantaba de la silla.

   Cuando se escuchó la puerta cerrarse miré a la ojiverde. Sus ojos estaban cristalinos y su vista miraba un punto ciego.

   —Hey, Lena, tranquila—dije, tomando su rostro —. No va a pasar nada, ¿q-quien es ella?

   —Es mi madre —susurró. Sus facciones cambiaron a unas más preocupadas —. No puedes estar aquí, ella no puede saber de ti.

   —¿P-por qué?

   —Kara, mi madre es igual que mi hermano. S-si sabe sobre nuestra relación, te va a matar. Por favor, vete.

   Me levanté de la camilla y Lena asintió con la cabeza. Estaba llendo a la puerta, cuando alguien la tocó. Retrocedí unos pasos sin saber que hacer.

    —¡¿Y ahora que?! —exclamé —. ¡Oh! Podría salir por la ventana.

   —¡¿Estás loca?! Estamos en el segundo piso. Uh... escóndete en el baño.

   —Sí, de acuerdo...

   —¡Rápido!

   Corrí al baño y en el momento que cerré la puerta, entró la mamá de Lena. Bajé un poco mis lentes y agudicé mis oídos. Era... ella era intimidante. Con solo verla, sentí una corriente de miedo pasar por mi espalda.

   —Madre, ¿que haces aquí?

   La voz fría me fue difícil reconocer que era de Lena. Ella miraba a su madre fijamente. La tensión e incomodidad que estaba cargado en el aire sentía que me estaba afixiando.

   —Supe que te dispararon, ¿no puedo visitar a mi hija?

   —No me dispararon, fue una bala perdida.

   Realmente no estaba segura de eso. Es muy raro que la bala no le haya dado a Winn, que estaba en la superficie, pero si a Lena que estaba abajo del puente conmigo.

   —Sea bala perdida o no, sabes que para mí es muy fácil eliminar a toda esa gente.

   —No es necesario. La policía se está encargando de buscarlo.

   —También me enteré que hay una venta ilegal de armas en el colegio.

   —Si estás mencionando eso porque crees que yo soy la causante de la venta, pues te equivocas. No soy como mi familia.

   Parecía que este tipo de conversaciones ya las habían tenido varias veces. Lena sabía perfectamente que debía responder a cada ataque de su madre.

   —Sé que no has sido tú. Eres igual de inteligente que Lex y yo. Sería imposible que te atrapasen.

   Lena rió de forma sarcástica y se acomodó mejor en la camilla.

   —¿Y que me dices de Lex? Él está en la cárcel.

   —Eso es diferente. El estúpido de Superman se interpuso en nuestros asuntos.

   —Superman solo hizo lo correcto. Entiende, madre, Lex ya no es el mismo. Se volvió demente.

   —Algún día lo entenderás —dijo en voz baja su madre.

   —Entiende que ya no soy una niña. Ya no veo ni a Lex, ni a tí como un ejemplo a seguir.

   Su madre se dirigió a la puerta, pero cuando ya tenía la mano en la manija. Lena habló nuevamente.

SuperCorp-Confía En MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora