Erik corría como si cada segundo determinase el tiempo que le quedaba para pasarlo junto a Greg. No quería desperdiciar ni uno solo más. Ya era suficiente.
Greg vivía en un pueblo distinto al de Erik pero él ya se conocía las calles y en 15 minutos era capaz de atajar llegando a su destino. Si bien Greg no conocía el domicilio de Erik, éste sí que había pasado muchísimas noches en la casa del chico.
Cuanto más se aproximaba más sentía que se le aceleraba el pulso y no era solo por no haber parado de moverse desde hacía horas. Era un piso así que tuvo que subir en ascensor para llamar a su puerta. No dudó en tocar el timbre parándose decidido frente a la mirilla.
La respuesta estaba tardando en llegar. Erik volvió a llamar comenzando a impacientarse. Dio pequeños saltitos para desestresarse y llamó al timbre por tercera vez.
- Habrá salido, o tal vez esté durmiendo - se dijo agitando las manos para juntarlas luego en una palmada -. Bueno, puedo esperar.
La espera no podría ser peor que aquellas cuatro semanas largas que pasó sin una sola llamada o mensaje de Greg.
Giró la cabeza para mirar a su alrededor y solo había una estrecha escalera hacia arriba y otra en dirección contraria. Parecían frías e incómodas.
Qué otra alternativa...
Erik se intentó acomodar sobre un escalón buscando una posición relativamente cómoda pero no duró ni medio minuto cuando comenzó a cambiar. Se puso en pie y se volvió a sentar. El tiempo pasaba y no había ni rastro de Greg.
- No quería hacer esto pero...
Era el tercer piso. Erik se había subido a alturas mayores. Se bajó al 0 y buscó la ruta más óptima para efectuar su estrategia.
¿Qué pensaría Greg si lo viera de pronto infiltrado en su casa? Seguramente lo echaría y luego amenazaría con denunciarlo a la policía por acoso. O tal vez no hiciera nada de eso. Puede que lo ignorase y fingiese no conocerlo, cosa que lo destrozaría muchísimo más que la primera opción.
De un modo u otro, era la única forma en la que podría hablar con él sin que el otro pudiera huir de su propio alojamiento.
Dificultad D superada y Erik ya se encontraba pisando aquel parqué tan familiar. El aroma peculiar del apartamento, el frescor de la tarde colándose por la ventana que Erik dejó abierta. Caminó entre las habitaciones por si el rubio se había quedado dormido pero en cuanto entró en su cuarto personal se llevó la sorpresa de un inesperado desorden. Las sábanas estaban revueltas y sus pertenencias dispersas por los muebles sin seguir ningún tipo de secuencia.
Confuso, Erik tomó asiento sobre la cama de Greg de forma inconsciente. Para cuando se percató de lo que había hecho se levantó rápidamente, mas luego miró a su alrededor asegurándose de que no hubiese nadie cerca y volvió a sentarse en el mismo sitio. Pasó las manos por las sábanas alisando las arrugas formadas a los laterales de sus caderas. Poco a poco fue echando su cuerpo hacia atrás hasta quedar completamente acostado.
Sin arrepentimientos. Nunca se había acostado en la cama de Greg y aquella era posiblemente la última vez que pudiera intentarlo.
Pasos.
Erik se sobresaltó cuando creyó escuchar un mínimo ruido y deshizo la cama de la misma forma en la que la encontró. Pero al cabo de un rato se dio cuenta de que no había nadie. Aun así no volvió a sentarse en la cama de Greg; decidió salir de la habitación para esperar en cualquier otro lugar.
- ¡AHH!
- ¡AHH! - exclamó en eco al chocarse contra alguien.
Un chico estaba justo en frente de él y casi se rozaron las narices al intentar pasar por el mismo marco. Como acción refleja el otro joven se apartó unos pasos colocándose en posición de defensa.
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Sin azul (SR #3) [BL]
Teen FictionSecuela de 6eis meses de la trilogía Solitaria Realidad. Tercera parte. "El azul es un color bonito, ¿verdad? El color del cielo, de su reflejo en el agua...También es el color que representa sangre cargada de oxígeno y vida. Últimamente solo veo s...