17. "Ahí estabas"

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- ¿Servilletas de color beige o violeta pastel?

Hugo estaba sentado con la cabeza apoyada sobre ambas manos y la cara larga. Había quedado con Alis en una cafetería en el parque más cercano y le contó todo sobre lo ocurrido los últimos días. Alis se emocionó tanto con la noticia del matrimonio que no pudo evitar comenzar a planear los detalles desde el primer momento.

- Vamos, Hugo, eso es muy importante ya que definirá el color de todo el evento - juntó ambas manos en forma de súplica -. ¿De verdad que te interesa tan poco un día tan especial como este?

Hugo resopló y levantó la cabeza dejando los brazos sobre la mesa.

- Claro que me importa, pero sin Elmer estas decisiones son una estupidez. Él no podrá ver lo bonita que será la boda y eso me echa bastante para atrás. Tal vez debamos casarnos de forma civil y olvidarnos del asunto.

- Entiendo cómo te sientes Hugo... ¡pero ni de broma! - se levantó la chica con energía. Hugo se encogió asustado por aquel repentino movimiento -. Elmer fue quien te pidió la mano y seguro que quiere que tú disfrutes la boda más que nadie en el mundo.

- Alis pero...

- Eh, eh, eh - le puso el dedo índice sobre los labios haciéndole callar. Hugo concentró la mirada en ese punto poniendo los ojos bizcos -. Nada de peros. Elmer y tú tendréis la mejor boda del mundo y todo porque yo, tu Celestina, voy a hacer todo lo posible porque se realice en condiciones y bajo el menor presupuesto.

Habiendo dicho lo que quería, Alis apartó su mano. Hugo esbozó una leve sonrisa. La chica seguía llamándose Celestina desde sus años de instituto y su relación no había cambiado en nada; siempre había sido como una madre para él.

- Está bien, confío en ti - accedió -, pero necesito hablarlo con Elmer primero.

- Adelante - sacó su propio móvil y buscó el contacto -. Aquí tienes.

No había tardado nada en reaccionar.

- ¿Ahora mismo?

- Sí, ¿por qué no?

- No lo sé... - Hugo se rascó la nuca mirando hacia cualquier lugar con tal de no establecer contacto directo con Alis -. Igual está ocupado, los estudios, Jake, ya sabes.

- ¡Venga ya! - volvió a exclamar en un tono ligeramente más elevado que el usual sin pararse a pensar siquiera sobre lo que Hugo intentaba explicar -. ¡Esto es una cuestión vital!

La joven alzó los brazos indignada por aquella pasividad de parte de su amigo, tanto que todas sus razones se rebajaron a inadmisibles. En ese momento el mismo camarero que les había tomado nota se les acercó esquivando los brazos de la morena.

- Aquí tienen su batido de vainilla y el de melón - dejó con cuidado las bebidas sobre la mesa.

Alis casi le vuelve a dar al bajar los brazos.

- Gracias - sonrió Hugo con una tímida expresión de disculpa por la hiperactividad de su amiga.

El camarero le devolvió la sonrisa y los dejó solos. Inmediatamente después Alis giró bruscamente la cabeza hacia Hugo.

- ¿Has visto lo guapo que era ese chico? - dijo casi en un susurro con una mano cubriéndose la boca.

- Alis, que me voy a casar... - se encogió de hombros arqueando las cejas.

La morena mantuvo un breve silencio y entonces enterneció su expresión golpeando suavemente la frente de Hugo.

- Solo era una prueba, cabeza de chorlito. Sé que jamás te acostarías con alguien que no fuera Elmer; al contrario que hace cinco años. Ahí los tenías a todos.

Sin azul (SR #3) [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora