- Tiene tres horas, adelante - dejó paso el guardia enmascarado tras desbloquear la puerta que separaba aquella sala del resto del edificio.
Hugo echó a andar en el instante en el que oyó aquel chasquido en la cerradura sin perder un solo segundo de ese valioso y reducido tiempo que le fue otorgado. Rozó al guardia con el hombro sin reparar en una disculpa y aceleró el paso una vez llegó a los adentros. Comenzó a correr.
No era exactamente una sala sino algo más parecido a un apartamento. Disponía del pasillo principal y luego se ramificaba en algunas habitaciones más. La mayoría de ellas estaban cerradas pero, después de dos semanas con la misma rutina laberíntica, Hugo ya no se molestaba en comprobarlas. Sabía que su destino solo podría estar en dos de ellas.
Y esta vez su intuición lo llevó a la correcta de primeras.
- ¡Elmer!
Nunca conseguía frenar a tiempo y acababa desequilibrando al castaño al lanzarse a sus brazos. En cuanto lograban recuperar la estabilidad Hugo le revisaba el cuerpo por completo tocando la superficie sobre la ropa.
- ¿Estás bien? ¿No te han hecho nada?
Llegó hasta su cara y la tomó entre sus manos.
- ¿Cómo estás? Dime algo, por favor.
Elmer se dejaba manosear hasta que su chico se sintiera satisfecho y se calmara un poco. Hugo ni siquiera intentaba controlar su labio y entrecejo temblorosos mientras esperaba impaciente por una sola palabra del contrario.
- Bien... - respondió siendo inmediatamente interrumpido por un fuerte abrazo de parte de Hugo.
- ¿De verdad, de verdad? - insistió en saber hundiendo su rostro en el pecho de Elmer.
Su silenciosa respuesta fue compensada por un débil suspiro acompañado por la correspondencia de Elmer al abrazo. El pulso de Hugo desaceleró y su respiración empezó a calmarse. Lo continuó abrazando pero esta vez con un intento de sonrisa sobre el rostro.
- ¿Has...podido dormir hoy?
De nuevo, Elmer prefirió no decir nada en respuesta. Sus hinchados ojos y pálida piel lo decían todo.
- Vamos, tenemos poco tiempo.
Hugo lo agarró de la mano y lo llevó directamente a donde se encontraba la cama. Le quitó la camiseta y, seguidamente, se deshizo de la suya también. Elmer actuaba de forma estática esperando a que fuera Hugo quien lo recostara y le indicara qué hacer en todo momento. No era capaz de pensar en nada de tanto tiempo que llevaba pensando en todo a la vez.
- Acuéstate, por favor - Hugo lo empujó suavemente situándolo sobre el borde de la cama, desde donde continuó la petición acostándolo por completo sin que el otro intentara oponerse a nada. Era como un muñeco sin vida.
Hugo los cubrió a ambos con la manta y abrazó a Elmer con la máxima superficie de su cuerpo, llegando a entrelazar sus piernas.
- Quiero estar contigo, Hugo... - murmuró Elmer con los ojos entrecerrados y con apenas fuerza en el tono de voz -. Hagamos otra cosa.
- No, por favor, hazme caso - suplicó Hugo por enésima vez -. Duerme, por favor te lo pido.
Elmer no había dormido ni una sola hora durante la primera semana que llevaban encerrados en las propiedades de Ramón, y los últimos días Hugo empezó a aprovechar sus escasas tres horas de visita para hacerlo dormir en compañía. Elmer nunca fue capaz de pegar ojo cuando le preocupaba el paradero de alguien de su familia o el de Hugo. Y aquellas dos semanas estaban siendo una verdadera tortura para él.
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Sin azul (SR #3) [BL]
Teen FictionSecuela de 6eis meses de la trilogía Solitaria Realidad. Tercera parte. "El azul es un color bonito, ¿verdad? El color del cielo, de su reflejo en el agua...También es el color que representa sangre cargada de oxígeno y vida. Últimamente solo veo s...