CAPÍTULO 6

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Lilo.











¡Demonios!, ¡¿y ahora qué?!

¿Corro? ¿VUELO?

<<¡Regresa a la realidad, Lilian!>>

Trato de calmarme con varias respiraciones profundas pero eso ni siquiera funciona para controlar al temblor que me ha invadido de pies a cabeza. No puedo dejar de temer cómo una niña pequeña ahora, no puedo pensar si quiera con claridad para buscar una solución. No sé qué hacer para, al menos, mantener mi miedo a la raya, y eso me está dejando con menos defensas en éste momento, pero me digo a mí misma que debo intentar calmarme aunque sea un poco, o me veré más vulnerable ante ellas.

Trato de mantenerme firme y tampoco aparto a mis ojos de aquellas chicas de apariencia terrorificamente peligrosa y de miradas que dicen: "vas a morir".

<<¡No seas tan cobarde, Lilian! ¡ahg!, ¿a quién engaño? ¡Nací siendo un cobarde! Además... son demasiadas y ninguna luce contenta ahora.

¿Qué hago?>>

Ni siquiera hay a dónde correr. Estoy rodeada. Oh diablos, ¿de dónde han salido tantas?

Trato de moverme para buscar alguna otra escapatoria, pero mis piernas siguen igual de muertas cómo yo lo estoy en este momento por el maldito miedo. Echo una mirada a mi alrededor, temerosa, en busca de alguna persona cerca a la que pueda acudir, pero para mi mala suerte... la calle está completamente vacía ahora.

Rendida, devuelvo mis ojos hacia las chicas que están a pocos metros de mi tembloroso y escuálido cuerpo y trago grueso.

¿Grito? Creo que sólo aumentaría su molestia y eso para nada me conviene en estos momentos. Además creo que me vería muy ridícula haciéndolo.

Genial, ya me quedé ahora sí sin opciones.

—Oh mira, la princesita es muda, Camille.— de pronto habla una chica de tes oscura y rizos castaños. Su ropa brillosa y exageradamente diminuta la hace lucir mayor que las otras y para mi mala suerte, también la hace ver más intimidante.  Su maquillaje cargado la asemeja sin embargo a las chicas del restaurante-bar en donde trabajo.

Me mira de pies a cabeza después. No me pasa desapercibida la manera burlesca y despreciable con la que lo hace, pero ahora no tengo tiempo para darle importancia a ello.

—Vamos bebé, sólo dinos qué es lo que buscas aquí.

El temblor acapara mis brazos y mi corazón empieza a latir con más fuerza cuando veo cómo todas empiezan a caminar hacia mí, cautelosamente. Trago grueso de nuevo, sintiendo más alarmada e insegura de pronto. Ninguna deja de mirarme cómo si fuese el ser más detestable de la tierra y eso es lo único que necesito de ellas para  saber sus intenciones conmigo.

Mis manos se aferran al material de la camisa de mi uniforme, mientras también trato de formular alguna palabra pero no logro decir nada. Jamás me había sentido tan intimidada cómo ahora, ni siquiera con Dylan, joder... ¡Ni siquiera con las chicas que me molestan en la escuela a diario!

—M-me perdí, lo siento, yo...— cobardemente trato de girar sobre mis talones para irme, o más bien, para huir, pero esa chica logra detenerme del brazo con su mano para evitarlo.

—No, no. Tú aún no te vas princesita.

Maldigo para mis adentros y el pánico me envuelve bruscamente, cuando me obliga a girarme hacia ella para que la encare. Alza una ceja con superioridad, en gesto también impaciente.

✔️DANGEROUS WORLD (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora